Parece que toda nueva tecnología es una evolución de la anterior, y la mayoría de las veces, no por su complejidad técnica, sino por la capacidad de aceptación social y cultural. La ciencia y la tecnología avanzan mucho más rápido, que la capacidad de la sociedad para asimilarla y aprovecharla.
A la fotografía digital, le ha pasado, ha evolucionado mucho desde esas primeras cámaras digitales, en cuanto a capacidad y definición, llegando a imitar prácticamente las posibilidades de la cámara analógica. Después la fotografía pasó al móvil, hasta el punto de que, hoy en día se sacan más fotos con un teléfono, que con cualquier otro dispositivo específico. Con las redes sociales llegaron los selfies, esa necesidad de retratarnos a nosotros mismos, en ese momento “especial”. Ahora con la fotografía 360º, el selfie toma una nueva dimensión. Imágenes capturadas con el 100% de ángulo de visión, que combinadas con la realidad virtual, serán la fotografía y el video del futuro.
Las cámaras de 360º, aunque llevan tiempo en el mercado, hasta ahora eran terriblemente caras y complejas de utilizar. No hay más que ver la propuesta de GoPro, que se encuentra cerca de los 2.500€.
Ricoh, empresa conocida por sus impresoras y fotocopiadoras, lanzó tímidamente, el año pasado una cámara 360º, asequible, sencilla y ligera, Richo Tetha m15. Este año acaba de mejorar sus capacidades, con Ricoh Theta S, ampliando a 25 minutos de grabación de video, de los 3 minutos escasos de su predecesor. Y más resolución para las imágenes 360º, que pasan a tener 12 megapíxeles, suficiente para imágenes de calidad.
No hay que engañarse, Ricoh Theta S cuesta 379,90€ en Amazon, no es una cámara de 360º profesional, y aunque la calidad es buena para compartir en redes sociales, la resolución, no permite hacer zoom sin pixelar la imagen. Cualquier cámara de móvil, puede obtener imágenes con más definición, pero claro, no serán de 360º.
El cuerpo del Ricoh Theta S, pesa tan sólo 125 gramos, es relativamente pequeño, así que se puede llevar perfectamente en un bolsillo, pero claro, usando siempre su funda. Las dos lentes esféricas responsables de crear la magia de las imágenes de 360º, sobresalen del cuerpo de la cámara, lo que las convierte en el objetivo de rotura en las caídas. Las imágenes obtenidas con la cámara, bien se pueden transferir utilizando la aplicación para móvil usando WIFI, o mediante cable con el ordenador. Pero, lo realmente fantástico, es que la imagen de 360º se crea de manera inmediata, no hay edición, como con el resto de las cámaras. Una vez obtenida, ya podemos disfrutar de ella y compartirla. La mejor manera de hacerlo es usar la propia red de Ricoh, para subirlas y compartirlas en redes sociales. Sí, Facebook o Google admiten fotos 360º, pero éstas, por alguna razón, se ven mucho mejor desde la web de Ricoh.
La cámara, tiene varios fallos de diseño. La primera, es la localización del botón para sacar la foto, en medio del cuerpo, justo debajo de uno de los objetivos. Así que, hagas lo que hagas, si utilizas el botón de la cámara para hacer una foto, lo más grande que aparecerá en ellas, será tu dedo. Con lo sencillo que hubiera sido, poner un botón en un lateral inferior. Eso nos obliga a tener que utilizar siempre la aplicación del teléfono para obtener cualquier imagen, algo que le resta inmediatez a la cámara. Otro gran fallo, desde mi punto de vista, es que desde la aplicación de móvil, se pueden configurar, por ejemplo, intervalos para los disparos de la cámara, o un temporizador, pero éstos sólo funcionan desde la aplicación, es decir, si aprietas el botón físico de la cámara, sigue funcionando igual. Lo normal sería, que si se configura un temporizador, desde la aplicación móvil, al apretar el botón de la cámara el temporizador siga funcionando, pero en cuanto apagamos la cámara, ya no lo hace.
Ricoh Theta S es una gran cámara, muy divertida, sencilla de utilizar y cabe en un bolsillo. Pero, hay que ser realista y ser conscientes de lo que estamos pagando, ya que es la cámara más barata para hacer fotos 360º.
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