No penséis que el gadget del año es un dispositivo ultra tecnológico, cuyo condensador de fluzo nos hará viajar en el tiempo, como ocurría con Delorean Regreso al Futuro. No se trata de los esperados wearables, y sus relojes inteligentes, o la tan malograda realidad virtual. Estamos hablando de que el gadget del año son los sitcks, brazos extensores, o palos para selfies, el mejor complemento para cualquier móvil, un brazo extensible con una pinza para sujetar el teléfono en el otro extremo.
No hay más que darse una vuelta por cualquier ciudad o monumento para darse cuenta de ello, al ver la gran cantidad de personas que lo utilizan para hacer selfies. Eso de, “por favor puede tomarnos una fotografía”, ha llegado a su fin, y lo ha sustituido un palo extensible. Da igual donde estés estas vacaciones, se trata de una “invasión” en toda regla. Parejas, grupos de amigas, y da igual el entorno que elijas, verás palos con móviles al otro extremo por todos los rincones.
La prueba de su éxito y popularidad la podemos ver en Amazon, donde en la categoría de soportes para móviles, podemos encontrar ciento cuarenta modelos. De diferentes colores, tamaño, incluso con mando a distancia, para poder obtener la foto perfecta con el teléfono móvil.
Además, los fabricantes de teléfonos móviles, conscientes de la creciente “selfie – manía”, han empezado a lanzar dispositivos con la misma cámara tanto frontal como trasera, y con un objetivo más amplio para captar más campo a cortad distancia. Ese es el caso del HTC Desire Eye que analizamos hace unas semanas en el blog, con una cámara frontal de 22mm pensada en los selfies. Seguramente, combinando el HTC Desire Eye, con un “selfie stick”, lograremos selfies realmente amplios.
Lo malo de usar los sticks para hacer fotos, es que tenemos que tener mucho cuidado para no se vea el palo en la foto, lo cual es bastante difícil, sobre todo en cámaras con un angular amplio. Lo siguiente será que alguien desarrolle un programa para eliminar digitalmente el stick de la imagen.
Os dejo un video, con Kirsten Dunst como protagonista, que hace una creativa crítica a los selfies.
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