Todos sabemos que China es la fábrica del mundo, más de la mitad de todos los móviles que se venden actualmente proceden de este país. Como contrapartida, debido a su cultura poco respetuosa con patentes y derechos de autor, las mismas fábricas que manufacturan para las marcas, producen unidades que venden en el mercado negro. China es a su vez, la solución para mantener bajos los costes de fabricación con su mano de obra barata, y el problema de un mercado inundado de copias de primeras marcas.
Estuve en Shenzhen, al sur de China, en uno de estos centros comerciales llenos de réplicas de gafas de sol, bolsos, zapatos y mucha tecnología. Pero no es oro todo lo que reluce, porque como dice un dicho español, “nadie da duros a cuatro pesetas”.
En estos lugares es posible encontrar perfectas réplicas del iPhone 5s por tan solo 50€. El diseño y el sistema optativo están copiados hasta el último detalle, pero realmente nadie debería pensar que los componentes del iPhone cuestan menos que 50€. Estos iPhones ni siquiera llevan iOS, sino una adaptación de Android para que parezca el sistema operativo de Apple, y me di cuenta, cuando al abrir la aplicación de la cámara de fotos, decía que no había suficiente memoria en la tarjeta SD. Todos sabemos que el iPhone no tiene ranura de expansión para ampliar memoria, ni iOS tiene esa función. Una de las mejores formas de ver si un teléfono es auténtico es probar la cámara, ya que el sensor y la lente son componentes bastante caros, que seguramente no puedan equipar ninguna réplica.
Por supuesto, además del iPhone, los Samsung no escapan de ser replicados. Podemos encontrar desde el Galaxy Note 3 hasta el Galaxy S4, por tan solo 50€. Hasta el paquete está perfectamente copiado, podría pasar perfectamente por auténtico.
Y la cosa no queda ahí, los accesorios tampoco se libran. Podemos encontrar desde auriculares inalámbricos con la imagen de Steve Jobs, hasta todo tipo de fundas y auriculares.
Las réplicas no dejan de ser lo que son, malas copias de pésima calidad, sin garantía ni soporte. Parecen el producto original, pero realmente están muy lejos de serlo. Como decía al principio de este post, “nadie da duros a cuatro pesetas”.
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