Jon Oleaga el 18 oct, 2013 Están muy de moda los llamados “viajes emprendedores” que consisten en una semana organizada de eventos, reuniones y visitas, donde los emprendedores se “empapan” de la cultura del país de destino. Entre los más populares, San Francisco, Londres, Berlín y Telaviv. No suelen ser viajes baratos, entre vuelos, estancia y gastos varios, podemos estar hablando, dependiendo del destino, entre 1.500€ y 3.000€ por una semana. La mayoría de las empresas que ya han dado el salto y que ya están en esas ciudades trabajando desde hace algún tiempo, te dirán que un viaje emprendedor es una tontería, que en una semana, no puedes más que arañar la realidad de esa zona, y la verdad es que tienen razón, hacen falta meses, para entender un nuevo mercado. Otros te dirán que en ese espacio de tiempo y con un programa completo de actividades puedes hacerte una pequeña idea de si merece la pena ir al país en cuestión, ya sea estratégicamente o comercialmente hablando, y la verdad es que también tienen razón. Cuando vamos a hacer un viaje de este tipo, tenemos que tener nuestras expectativas muy claras, en una semana es realmente difícil, por no decir imposible, conseguir clientes, financiación o una idea rompedora que mejore nuestra empresa. Esos viajes que te dicen, “te vamos a poner delante de cientos de inversores para que cuentes tu idea”, probablemente sea una bonita experiencia hacer el famoso “pitch”, pero los resultados en financiación que vas a sacar de ahí van a ser prácticamente nulos. El viaje emprendedor, es como, ese viaje que dices a tus padres que quieres hacer cuando eres adolescente para aprender inglés, te lo pasas muy bien, practicas el inglés, haces amigos y conoces una ciudad nueva, pero que si lo pensamos bien, en realidad hubieras aprendido el mismo inglés, metido en una academia por la mitad de dinero. Si tienes el dinero, es una buena experiencia, y te puede aclarar un poco si un mercado es conveniente para tu producto, pero la productividad real para tu negocio de estos viajes, es más bien baja. Lo recomendable es que, por lo menos, el viaje sea de un mes y no sólo aprovechemos para vender “nuestro libro” sino que también ver lo que hacen los demás, y sobre todo nuestros competidores. Otros temas Comentarios Jon Oleaga el 18 oct, 2013