Jon Oleaga el 05 jun, 2014 Estoy empezando a pensar en tener una sección diferente en el blog para todo lo que se me estropea. Lo último, un proyector 3D de la marca Acer, al que le han empezado a salir pixeles muertos. Para los que no sepan cómo funciona, cualquier proyector, está básicamente compuesto de una lámpara y un procesador que interpreta las señales que le llegan del ordenador u otra fuente. La lámpara tiene una vida útil determinada, a partir de entonces, los colores se empiezan a apagar hasta que hay que reponerla. Dependiendo del proyector y de la tecnología que utilice la lámpara pueden durar cerca de las 1.000 horas. El problema es que, por lo general, la lámpara suele suponer prácticamente el precio del proyector. Cuando compras cualquier tipo de proyector además de la luminosidad y la resolución, también miras las horas útiles de la lámpara, porque en realidad va a ser la vida útil del proyector que vas a comprar. Después de buscar un poco de información online resulta que el problema de mi proyector, sorprendentemente, no es la lámpara, si no el chip de Texas Instruments, propietaria de la tecnología DLP que llevan muchos proyectores. Resulta que estos chips tienen una vida útil igual que las lámparas , y en mi caso, ha sido menor que el de la lámpara. ¡De qué sirve que te digan las horas útiles de la lámpara si luego el chip DLP tiene menos! Otros temas Comentarios Jon Oleaga el 05 jun, 2014