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Blogs La fiebre del oro(.com) por Jon Oleaga

¿Está bien que los influencers exijan productos gratis a las marcas?

¿Está bien que los influencers exijan productos gratis a las marcas?
Jon Oleaga el

Esta semana saltó a las redes sociales cómo el hotel White Moose Café and Charleville Lodge había rechazado en público la propuesta de una influencer para promocionar su hotel entre sus seguidores a cambio de alojamiento gratuito. Resultó que el hotel de Dublín tenía más seguidores que Elle Darby, la bloguera e influencer, lo que provocó que su respuesta a la conocida blogger se viralizara en las redes, con comentarios de todo tipo. Incluso Darby publicó un video en Youtube como respuesta, a lo que el hotel ha replicado prohibiendo la entrada a los bloggers en su establecimiento. Lejos de ser algo negativo para ellos, toda esta atención mediática ha mejorado su número de seguidores. Aquí os dejo un análisis de la repercusión de la discusión.

Lo mismo ocurrió hace unos escasos días con el chef Dabiz Muñoz, el cuál recibió una propuesta de una cuenta Instagram para que les invitara a comer en su restaurante a cambio de mencionarlos en la citada red con escasos dos mil seguidores. A lo que el conocido Chef ha contestado visiblemente sorprendido, incluso podríamos decir que ofendido, en Twitter. Pero esto debe haber sido por el escaso número de seguidores de la cuenta, porque tanto él como Cristina Pedroche están acostumbrados a ceder su imagen a varias marcas y campañas.

Pues así está el patio, que han oído buenas criticas de Diverxo y que les invitemos !!!!! Vaya jungla ésta… pic.twitter.com/pknnELAi6z

— Dabizdiverxo (@Dabizdiverxo) 25 de enero de 2018

La controversia está sobre de la mesa. Existe la creencia popular, incluso entre los que nos encontramos en el sector, de que los influencers no son más que unos vagos que se sacan cuatro selfies y tienen una vida de lujo a base de echarle cuento. Cada vez que escucho algo así, lo único que se me ocurre decir es, “si te parece tan fácil, por qué no lo haces tú” y siempre obtengo algún tipo de excusa como respuesta. Ser un influencer no es fácil, nosotros sólo vemos el resultado final de esa foto perfecta, de ese artículo o un vídeo, pero detrás de ellos hay, probablemente, horas y horas de trabajo. Los “Instagramers” más conocidos pueden llegar a hacer cientos de fotos hasta editar y subir la que finalmente quede publicada, crear videos para Youtube es un largo y tedioso trabajo de grabación y edición de horas. Llegar a estar en la cima y situarse en el top de influencers, requiere trabajo, mucho trabajo, y sobre todo, constancia, casi todos los perfiles más seguidos de España, estuvieron años creando contenido antes de llegar a ser conocidos.

Eso no quita que, como en todos lados, existan “caraduras” de la profesión, personas que por el mero hecho de abrir una cuenta de Tripadvisor o cuatro seguidores en alguna red social, ya pretenden ser influencers. Lo que está claro es que las formas, o la educación, de estos dos casos no son las correctas. Exigir productos gratis por una publicación no está bien. Lo adecuado sería avisar al establecimiento antes de acudir y avisar si piensas escribir sobre ello. Si ellos luego quieren hacer algo especial contigo, eso es otro cantar. Los perfiles falsos, los seguidores logrados a base de talón y las audiencias dispersas están a la orden del día en las redes sociales, hay que saber identificar antes de contratar a nadie qué influencer es el mejor para nuestro mensaje, igual que ocurre en cualquier otro canal.

Hoy en día conseguir la atención de las personas en internet no es una tarea sencilla. Contamos con cientos de canales en internet, y nuestra atención está cada vez más mermada, por eso robar unos segundos a un cliente potencial es oro para cualquier marca. Los influencers son otro canal más, que manejados de forma adecuada, pueden hacer que una campaña publicitaria funcione satisfactoriamente. No hay que dejarse distraer por los casos como estos, que existen y jamás dejarán hacerlo, los gorrones, aprovechados y timadores cambian de traje, pero siguen siendo los mismos. Los influenciadores, han existido siempre, antes era un futbolista o un torero, ahora su perfil ha cambiado, pero sigue siendo un vehículo efectivo para el marketing.

Tampoco hay que dejarse llevar por los artículos sensacionalistas que se pueden leer por internet, es fácil ver esto y llevarse las manos a la cabeza. Pero, en realidad, la mayoría de los perfiles influyentes en las redes sociales son personas serias que, si se dedican profesionalmente a ello, suelen ser serios con su trabajo y la relación con las marcas.

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