Jon Oleaga el 29 jul, 2017 Con la inteligencia artificial nos pasa como con los tiburones y la famosa película de Steven Spielberg que les dio su mala reputación, nos tiene atemorizados, y, probablemente de forma infundada gracias a la literatura y el cine. Generaciones viendo, y leyendo sobre robots y ordenadores, que toman el control y acaban con la raza humana, nos han llevado a este punto. Pero, las probabilidades de que ocurra algo así, son las mismas de que un asteroide colisione con la tierra o una raza de extraterrestres súper inteligentes nos invada. Corremos más peligro con el calentamiento global, que con que nuestro ordenador intente matarnos. Esta semana la inteligencia artificial, y la controversia sobre su futuro desarrollo y repercusiones, ha vuelto a saltar a la palestra, después de que Elon Musk y Mark Zuckerberg, intercambiaran unos mensajes de forma pública, cuando este último, publicó cómo la inteligencia artificial de su barbacoa era capaz de cocinar perfectamente la carne a su gusto, sin intervención humana, a lo que Elon contestó, que no hay que tomar la inteligencia artificial a la ligera, ya que podría ser el mayor riesgo al que se ha enfrentado jamás la raza humana. Así, nos encontramos, por un lado, la visión optimista, del creador de Facebook, donde la IA, salvará vidas y llevará a nuestra civilización a un nuevo nivel tecnológico. Y por el otro, la del CEO de Tesla, al que por mucho que la IA le esté ayudando con la conducción asistida de sus vehículos, nos previene sobre las consecuencias de una falta de control en su desarrollo y aplicación. La discusión se ha prolongado toda la semana con comentarios en Twitter de Musk como, “el entendimiento de la IA de Mark Zuckerberg es limitado”. I've talked to Mark about this. His understanding of the subject is limited. — Elon Musk (@elonmusk) 25 de julio de 2017 Además, por si el cruce de comentarios entre los dos emprendedores hubiera sido poco, Facebook descubrió que dos IA que habían programado para negociar entre ellas, a modo de experimento, en menos de 24 horas, habían inventado su propio idioma, parecido al inglés, pero con algunas diferencias que lo hacían más eficiente. Como el objetivo del experimento era buscar una manera más rápida de negociar, las IA, concluyeron que el propio idioma era una traba para llegar a una conclusión más rápida, y crearon uno más eficiente. Los titulares alarmistas invadieron internet, tales como “Facebook se ve obligado a apagar dos IA que habían inventado su propio idioma”. Pero en realidad, sólo fue un experimento que no se desarrolló apropiadamente, las IA no tenían conciencia ni nada parecido, y no estaban realmente inventando un nuevo idioma, ni Facebook los apagó porque fuera algo que se escapó fuera de su control. La IA es una realidad, y ya hay muchos servicios y productos, de los que disfrutamos día a día, que los incorporan, como los filtros antispam, el reconocimiento de imagen de Google, o la conducción asistida que ya podemos encontrar en algunos coches. Pero esta inteligencia artificial sobre la que estamos hablando, se encuentra a años luz de la capacidad de un ser humano, y mucho de menos de ser un ente consciente, tal y como hemos visto en el cine. ¿Hay razones para preocuparse? La verdad es que no. Puede que en el futuro, sea un problema, pero estamos muy lejos de eso, y es un poco temprano para empezar a hacerlo ahora. Otros temas Comentarios Jon Oleaga el 29 jul, 2017