En las altas montañas nevadas se avista un castillo medieval regentado por benedictinos que no les falta de nada ya que se autoabastecen con bodegueros, herboristas, jardineros, bibliotecarios y jóvenes novicios. Pero ocurre algo fuera de lo normal dentro de esas murallas. Uno tras otro, aparecen monjes asesinados de las formas más extrañas. Un erudito franciscano Guillermo de Baskerville es enviado para resolver el misterio se ve envuelto en los espantosos sucesos que ocurren en el interior de la abadía. Resulta que todos esos horribles crímenes se cometieron por razones éticas y culturales en las que los libros son el je principal de la trama y en concreto el manuscrito de la segunda parte perdida de la ”Poética” de Aristóteles -el libro perdido que contiene su teoría de la comedia y la risa- y que ha sido encontrado en la biblioteca y alguien hará cualquier cosa para impedir la circulación de ese manuscrito.
Seguro que el argumento os suena mucho. Eso es, se trata de la obra de Umberto Eco, El nombre de la rosa, mundialmente conocida, ya que es uno de los textos más significativos y leídos de los últimos tiempos. En 1995, la Mystery Writers of America lo incluyó en su lista de las cien mejores novelas de misterio de todos los tiempos. A su vez, en 1999 fue seleccionado entre «Los 100 libros del siglo» por el diario francés Le Monde.
A estas alturas, no se puede desvelar nada nuevo de esta magnífica novela que fue adaptada al cine en 1986 por Jean-Jacques Annaud y protagonizada por Sean Connery y un jovencísimo Christian Slater. Todo lo que hay que saber es que Umberto Eco escribió una novela -su primera- que se convirtió en un acontecimiento literario en Europa pasando a estar en la lista de los libros más vendidos prácticamente en todas partes. Ahora, a través de Milo Manara, uno de los maestros del cómic italiano, influenciado por Hugo Pratt del que aprendió que el dibujo no tiene que tener un valor estético, sino un valor narrativo, firma una excelente adaptación gráfica de esta magistral obra del thriller histórico más influyente de la historia de la literatura. Publicada en un primer volumen (Lumen), podemos volver mediante esta nueva visión fresca a ese oscuro siglo XIV.
En algunos de sus ensayos, Eco ha relacionado ese siglo con el XX, con todas sus certezas debilitadas bajo los golpes combinados de las nuevas ciencias y los contradictorios acontecimientos sociales. Acertadamente, la novela es un misterio, el más racionalista de todos los géneros literarios, basado en la determinación de alcanzar una verdad irrefutable, aunque parcial: ¿Quién es el asesino y cuáles son sus motivos? ¿Y qué indicios ayudarán a desvelar el misterio?
El logro de Eco al que Manara da forma a través de sus lápices y colores, parece tener el robusto ritmo de lo inevitable, de modo que uno se siente tentado a explorar de nuevo las razones de la celebridad de esta novela en la que el propio asesino nos da respuestas cuando finalmente confiesa las razones de sus crímenes. Sus motivaciones abordan un problema poético y filosófico que no se puede revelar sin ser injusto con el lector.
El impulso gráfico y narrativo que comanda la historia es irresistible. No es poco para un cómic en el que sus páginas describen concilios eclesiásticos o debates teológicos, y muchas otras analizan con las posturas de las potencias europeas ante la reforma de la Orden franciscana, recurriendo claro está a la utilización sistemática de la elipsis, porque si no saldría un cómic de miles de páginas.
Con esta adaptación de Manara, el deleite narrativo sigue conmoviendo al lector, un cómic en el que los dibujos están al servicio de la narrativa, puede optar o no por dejarse intrigar por los niveles de interpretación que se entrecruzan ante él como en un laberinto gráfico y semiótico. Al fin y al cabo, para un semiólogo como era Eco, la búsqueda de la verdad que se esconde tras el misterio de un asesinato por parte de un detective implica también la búsqueda del significado de las palabras, los símbolos, las ideas y todos los signos imaginables que contiene el universo visible.
A falta de la segunda entrega, diferentes niveles de significado impregnan el microcosmos del libro en el que el lector puede descubrir dejnadóse llevar por el encanto de la narración de la que Manara consigue el gran reto de sintetizar la trama de la novela manteniéndose fiel a su complejidad.
El nombre de la rosa. Volumen 1 // Milo Manara y Umberto Eco // Lumen // 2023 // 20,90 euros
Cómic