Cuando en nuestras vidas se produce un cambio, siempre lo solemos recibir con cierta prudencia, al observar que vamos a experimentar una sensación nueva y desconocida ante aquello que estábamos viviendo o haciendo en ese momento, y que nos sacará de esa zona psicológica llamada de “confort” en la cual nos sentimos bastante seguros. Pero, ¿qué pasa si ese cambio no es de carácter afortunado y viene provocado por agentes externos a nosotros y, sobre todo, no esperado? Se encienden todas las alarmas en la persona, y en la mayoría de las veces se produce un drama, un suceso infortunado producido en la vida real, capaz de conmover vivamente.
A lo largo del camino que vamos recorriendo, nos podemos encontrar con este tipo de sucesos que puede ocurrir a uno mismo o a las personas que rodean ese camino que hemos tomado y que no se sabe cuando va a terminar. Un cambio puede darse por una ruptura familiar, una casa nueva, la adolescencia, un cambio de trabajo, o incluso la muerte de alguien cercano. Son éstas situaciones todas difíciles. Pero si de ellas escogemos las tres primeras, encontramos las palabras del escritor Isaac Rosa (Sevilla, 1974) interpretadas por los lápices de la ilustradora y diseñadora Cristina Bueno (Barcelona, 1983), en la historia que le ha tocado vivir a Alicia. Protagonista de la primera novela gráfica de este escritor sevillano afincado en Madrid llamada “Aquí vivió. Historia de un desahucio” (Nube de Tinta).
En esta historia, en principio parece que solo hay un drama familiar por la ruptura de los padres de Alicia y el cambio de casa que experimenta. Empiezan los acontecimientos a precipitarse desde el principio cuando realiza la mudanza con su madre, captando la atención del lector desde la primera viñeta, porque ¿qué pasaría si de repente llaman a tu puerta y ves por la mirilla de la puerta, a la policía, a un cerrajero y a una persona encorbatada que parece ser de una administración? Lo primero que experimentas, seguro, es algo de miedo porque a día de hoy sabes qué significa eso, el llamado “lanzamiento”, la expulsión de tu casa.
Además, hay algo extraño en la nueva vivienda a la que se han ido a vivir Alicia y su madre: vecinos hostiles, un diario secreto y sobre todo una visita inesperada que desembocará en el fondo trascendental de la obra: el drama de muchas familias españolas que han sufrido y están sufriendo actualmente, el desahucio de sus casas. A raíz de encontrar ese diario secreto en un armario, Isaac Rosa narra una historia de forma original y plasmada de forma brillante por Cristina Bueno, en la que combinan momentos del presente con los del pasado en un mismo espacio, sin que ello lleve a la confusión al lector, todo lo contrario, Bueno lo retrata muy bien con el empleo de un solo color, el verde (un verde azulado con tintes aguamarina que podría evocar la esperanza) en toda la novela junto con el blanco y negro, a través de unos trazos escuetos, casi abocetados, pero que respeta el detalle de cada dibujo y expresividad de los personajes.
Alicia emprende una investigación que nos acercará a esa tragedia de miles de familias que han perdido su casa por culpa de los bancos, por la ignorancia de aquelllos que solicitaron un préstamo para comprar la casa de sus sueños y el aprovechamiento de esta ignorancia por parte de esos bancos que solo pensaban en conceder créditos a cualquiera, o por pensar que esto nunca iba a cambiar y no ser previsor ante las posibles y futuras adversidades. Pero también hay una rayo de esperanza a través de la lucha de quienes llevan años resistiendo contra los desahucios a través de juntarse en asociaciones e informar y ayudar a esas familias que se tienen que enfrentar a un desahucio producido por el impago de su hipoteca, o por no poder pagar la luz.
“Aquí vivió” es un resultado brillante que sale de esta unión de un sevillano y una barcelonesa que nos trae una visión conjunta, fresca y limpia de esta tragedia social, cuya finalidad de la historia es producir una crisis, es decir, una purificación del receptor concienciando y comprometiendo a este ante las injusticias sociales que se están produciendo en nuestro país y que suelen pagar siempre los que menos tienen y están más desfavorecidos ante los poderes económicos que “gobiernan” el sistema.
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