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Las culebrinas virtuales de la fragata Mercedes

Las culebrinas virtuales de la fragata Mercedes
Jesús García Calero el

En un paso más de la protección del patrimonio cultural subacuático, se está llevando a cabo la virtualización de los cañones extraídos del pecio de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes. El pasado mes de agosto, en la tercera misión arqueológica al pecio de la nave hundida en tiempo de paz, en 1804, por una escuadra inglesa y expoliada en 2007 por Odyssey Marine Exploration, fueron extraídas dos culebrinas de 2,5 toneladas desde el fondo marino a 1.137 metros. La pasada semana, un equipo de la Universidad Politécnica de Cartagena, en colaboración con los técnicos de Arquatec han comenzado a escanear uno de los dos enormes cañones: el bautizado como Santa Bárbara. El objetivo es lograr un modelo virtual tridimensional extremadamente preciso. La primera fase ha terminado, con la realización de una malla 3D que conforma la más excacta representación fotogramétrica de las formas, relieves y dimensiones de la pieza. La Santa Bárbara ha sido sometida a este proceso gracias a la colaboración del Servicio de Apoyo a la Investigación Tecnológica (SAIT) de la citada Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).

En un momento en el que las llamadas humanidades digitales apoyan los trabajos de museos e instituciones culturales para la divulgación y estudio del patrimonio, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena ha puesto en marcha este proyecto que permitirá a los estudiosos manejar un modelo virtualizado, convertido en una herramienta nueva, puesto que permite girar, mover y realizar las mediciones necesarias con la misma exactitud que en el original sin tener que manipular una pieza tan grande.

El SAIT agrupa servicios especializados de Instrumentación analítica, y el servicio de Diseño Industrial y Cálculo Científico de la UPCT. El proyecto de digitalización se ha realizado con éste último. Entre los estudios que permitirá, una vez concluidas todas las fases, destaca la posibilidad de realizar el alineamiento de los ejes, diversos estudios constructivos sobre la pieza, estudios de conservación, reproducciones a escala, sin olvidar la divulgación, puesto que el modelo puede ser transferido a una pantalla y musealizado digitalmente como apoyo a la pieza real.

En una segunda fase, también la otra culebrina, el cañón bautizado como Santa Rufina, será sometido al mismo proceso.

Así se extrajeron las culebrinas de 2,5 toneladas

Para la extracción de las dos culebrinas -cañones de 1586 y 1601- se puso en marcha una compleja operación, gracias a los técnicos del CSIC a bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa. La corriente que existe en el yacimiento, debida al agua que sale del Mediterráneo, obligó a sumergir un peso muerto de 1,2 toneladas para mantener la geometría vertical de los trabajos. La pericia de la tripulación del buque permitió que el bloque de hormigón apareciese a solo 5 metros del ROV «Liropus 2000», del Instituto Español de Oceanografía, que es el instrumento que ha permitido excavar y realizar las prospecciones sobre el lugar donde se hundió la fragata Mercedes.

Con los brazos mecánicos del «Liropus 2000» se hizo una lazada en la boca de cada culebrina -zona a la que previamente habían excavado para quitar el limo con una lanza de agua, en una solución ya utilizada en la misión de 2015, pero muy mejorada-. Esa lazo era de una cuerda muy especial, realizada en kevlar, la fibra de los chalecos antibala, y soporta un peso de 22 toneladas antes de romperse. En total, entre cañón, peso, cables y corriente, la tensión superaba con creces las 5 toneladas. Cabe señalar que estas misiones han producido una continua innovación para mejorar los equipos y técnicas.

Nada más ponerlas en cubierta, las culebrinas fueron proegidas. Desde su llegada a Cartagena, el equipo de conservación somete el bronce a un tratamiento continuo con el fin de detener los procesos de oxidación que podrían destruirlo una vez fuera del agua. Al final del proceso, sin duda, estos impresionantes cañones serán una de las piezas centrales del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Arqua.

La fragata era parte de la flotilla que partió de Montevideo y se dirigía a Cádiz cuando fue interceptada y traicioneramente atacada. Se hundió el 5 de octubre de 1804. La Mercedes estalló y se llevó al fondo entre restos ardientes el latido de dos mundos. Vidas -249 tripulantes y pasajeros murieron, entre ellos mujeres y niños-, haciendas, cañones, ajuares, espadas, monedas… De esos restos de nuestra historia es de lo que vamos a hablar. De lo que vamos hablando, mientras la ciencia española atraviesa en vertical el abismo de un océano que tiene aún la mejor historia de España por contar.

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Jesús García Calero el

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