A Víctor Barrio le prohibieron torear en Cataluña

Sigo conmocionado por todo lo vivido el pasado sábado en la plaza de toros de Teruel. La muerte de un torero en la arena, la cercanía al drama humano con su familia desconsolada, los compañeros rotos de dolor, el homenaje de los aficionados. A Victor Barrio le atravesó el pecho un toro de la ganadería aragonesa de Los Maños y quedó muerto en el ruedo. Ya nadie pudo hacer nada por salvar su vida. Sí nos queda por salvar su memoria.
Víctor era un torero joven que luchaba por abrirse camino tras una brillante etapa de novillero. Entonces se anunció en la Monumental barcelonesa el 24 de abril de 2011, en el comienzo de la última temporada en la plaza catalana. Lidió aquel día novillos de María del Carmen Camacho y, pese a que no hubo triunfo rotundo, dejó sus credenciales y fue fuertemente ovacionado.
Ya no pudo volver a la arena de la Ciudad Condal. Cuando tomó la alternativa en 2012, la Monumental estaba cerrada por orden política. A Víctor Barrio le prohibieron torear en Barcelona, en Cataluña. Y lo triste es que esa prohibición sigue vigente sin que un alto tribunal, el Constitucional, se digne en dictar sentencia sobre el recurso de inconstitucionalidad presentado hace casi seis años. Seis años ya cuando parece que algo se mueve y para septiembre llegue el fallo, como han avanzado en este ABC y en excelente exclusiva Nati Villanueva y Charo Pérez.
Uno se pregunta el porqué de ese extraño retraso, cuando hace unos días el TC anuló gran parte de las estructuras de Estado que creó el Parlament en el desarrollo del proceso hacia la independencia.
En todo este tiempo no ha habido oportunidad de sentenciar sobre las corridas de toros y sí ha existido para tumbar todas esas estructuras. Seis años en los que se ha impedido que muchos toreros como Víctor Barrio hayan tenido la posibilidad de reivindicarse en una plaza de primera. Seis años de libertades perdidas, mientras un tribunal ha permaneceido en silencio, que no es el mismo doloroso silencio que sigo guardando en memoria de Víctor Barrio, un torero al que le prohibieron torear en Cataluña.