Desde aquel fatdico 28 de julio ?fatdico para los aficionados, claro? aparentemente todo sigue igual. La Monumental ha seguido programando su temporada de agosto con carteles muy flojos y con una lgica floja afluencia de espectadores. Y ahora acaba de anunciar una pomposa Feria de la Libertad para la Merc que agrupa tres corridas de toros sobre cuyos carteles y su atractivo para el aficionado habra mucho que discutir.Estamos en septiembre y todo parece seguir igual. La iniciativa de la Federacin de Entidades Taurinas de Catalua de plantear un recurso de inconstitucionalidad a la prohibicin de las corridas de toros ah est, pero poco se sabe sobre los diputados y senadores sobre los que presionan para que ese recurso llegue finalmente al Tribunal Constitucional. As, mientras polticos y representantes de peas y entidades taurinas deciden algo concreto, me gustara incidir en el papel de la empresa que dirige los destinos del coso barcelons.Con la premisa de que la empresa Matilla se juega su dinero, seguir programando una temporada como si nada hubiera pasado me parece cuando menos chocante. Que a la plaza de la calle Marina los aficionados han ido cada vez menos con el paso de los aos es tan verdad como que esa huida se ha producido de forma paralela al escaso inters de los festejos ofrecidos. La pescadilla que se muerde la cola, y si queramos de verdad romper esa espiral, las corridas que se han acartelado durante agosto no han sido el mejor camino a seguir para reivindicar nada. Unos festejos sin garra y a unos precios muy elevados ?una de las plazas ms caras de Espaa? no parece lo mejor para lanzar voces contra la decisin del Parlament. Sobre el aficionado ha cado la abolicin de las corridas en Catalua, sobre sus espaldas y sobre su dignidad; y es el aficionado quien de verdad plantea batalla clamando por la libertad. Y el aficionado se siente solo y harto. Qu motivacin tiene para acudir a la plaza? Ninguna, absolutamente ninguna. Y no la tiene ahora, que desde la empresa que gestiona la plaza y desde la propiedad, los Bala, se podra haber echado ms carne en el asador; no lo ha tenido en las ltimas dcadas en las que ha sido maltratado. Primero, por el cerco nacionalista impuesto a la Fiesta desde la Catalua oficial; y despus, por la dejadez y connivencia de la propia empresa ante este acoso.En esas estamos, en pleno septiembre y en la misma situacin que aquel 28-J, con el horizonte de una Feria de la Libertad con tintes de luto. Parece como si un crespn negro envolviera el ruedo monumental, el lazo de la abolicin. No quiero este ambiente de funeral porque no he cometido ningn delito por amar la Fiesta. No quiero ser cmplice de una paulatina desaparicin de las corridas de toros dentro de un lastimero duelo permanente, no quiero llevar un lazo negro. El toreo es grandeza y eso se les esta olvidando a unas empresas a quienes Barcelona y la Fiesta les han dado todo lo que son.