Ángel González Abad el 11 may, 2015 Los viejos toreros, mejor digamos maduros para que nadie se ofenda, reverdecen con ese poso del toreo más sosegado, de las formas más depuradas, del aire añejo del toreo de siempre. A Las Ventas volvían Eugenio de Mora, con una alternativa casi perdida de hace veintidós años, y Morenito de Aranda, con una década de matador de toros. Y los dos convencieron y a los dos se les trató con ese respeto que se debe tener a las personas mayores, por conocimientos y experiencia. Lo merecían y, además, lo demostraron. Quién nos iba a decir que cuando se está a la espera de que salten diestros jóvenes que empujen a los ya también viejos que ocupan desde hace muchos años los puestos de privilegio en todas las ferias, iban a ser dos toreros de generaciones pretéritas los que se presentaran este año como auténticas novedades Eugenio de Mora, el florecer de una madurez espléndida, y Morenito de Aranda, la frescura de quien quiere recuperar, por todo y a por todas, el tiempo perdido. Qué bien sentaron en la cátedra venteña los naturales del toledano, qué acogida la firmeza y decisión del arandino. Los dos han demostrado esta misma temporada, y por partida doble, en el ruedo madrileño que piden paso con la urgencia de querer coger el último tren. La tarjeta de crédito la tienen llena de esperanzas, otra cosa es que les dejen comprar los billetes… Toros Tags Eugenio de MoraMadridMorenito de ArandaSan Isidrotoros Comentarios Ángel González Abad el 11 may, 2015