El Rasputín de Solares, así denomina Pepe García Abad a Rubalcaba en su libro El hundimiento socialista que acaba de publicar. Un retrato inteligente e interesante, como todo lo que escribe García Abad, aunque demasiado amable, en mi opinión, porque se deja en el tintero el lado más oscuro de Rubalcaba.
El Rasputín de Solares es hijo de un suboficial del Ejército franquista, fue buen estudiante, y siempre muy trabajador, relata García Abad.
Con gran habilidad para hacer como que se ha plegado a sus jefes mientras ha filtrado discrepancias e informaciones para salvar su propia imagen. Los éxitos, suyos, y los fracasos, del jefe.
“Es un hombre que se esconde detrás de sí mismo“, dice de él el ex ministro de Felipe González Julián García Vargas.
Un hombre sin claro perfil ideológico, pero con gran habilidad para captar los vaivenes y dinámica de la opinión pública. Su punto débil, la falta de posición ideológica clara, puede ser su punto fuerte, en forma de flexibilidad y capacidad de adaptación, opinan algunos.
“Ha ido matando a todos sus jefes“, dicen de él; entre otros, a José María Maravall, Javier Solana, José Antonio Alonso, María Teresa Fernández de la Vega.
Maestro del regate corto. Zapatero lo llamaba el Onésimo de la política, en referencia a un futbolista del Valladolid a quien no había forma de quitarle la pelota: “Rubalcaba es el Onésimo de la política y cualquier día se va a driblar a sí mismo“.
Con un gran arte para relacionarse con los periodistas y cultivarlos.
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¿Cultivarlos o amedrentarlos? añadiría. Y la misma pregunta respecto a otros grupos me parece pertinente en el estilo de Rubalcaba. Lo echo de menos en el retrato de García Abad.
Tampoco están los oscuros usos que ha hecho de las fuerzas policiales contra la oposición. O sus mentiras en la negociación con ETA. O su uso político del atentado 11-M en la campaña electoral de 2004.
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Afirma García Abad que un “segundo absoluto”, un vicario perfecto, un auxiliar devoto, casi nunca escala al primer puesto de mando. Pero sí lo ha conseguido Rubalcaba, añade.
¿Sí? De momento ha liderado al PSOE en la peor derrota de la historia y creo que habrá que esperar la celebración del Congreso socialista para saber si este “segundo absoluto” que ha sido Rubalcaba, el Rasputín de Solares, escala definitivamente al puesto de mando del socialismo.
Rubalcaba
