Un ejército en el que quien era su máximo responsable político por aquel entonces, José Bono, dijo preferir morir que matar, sin que el presidente del Gobierno lo echara inmediatamente, es posible que también prefiera pagar que luchar. Y lo digo esta vez sobre el atunero secuestrado en Somalia y, por supuesto, sobre la dirección política del Ejército, Chacón, Zapatero, y no sobre los soldados españoles.
Y es que aún no sabemos qué piensa hacer Chacón con la fragata “Canarias" en las próximas horas, pero sí sabemos qué va a hacer Moratinos. Iniciar conversaciones con el Gobierno de Somalia, conversaciones que, me temo, puedan ser un eufemismo para referirse a la misma operación que ya se hizo con el Playa de Bakio hace unos meses. O sea, pagar a los piratas.
Y es evidente que hay un problema humano, ético, como lo queramos llamar, que consiste en la responsabilidad del Gobierno en la salvación de los secuestrados. Pero hay también otro problema político que se refiere a la negociación con unos secuestradores y a la contribución, desde el Gobierno de España, al fortalecimiento de su actividad criminal.
Y hay otro problema militar que es el mismo de este Gobierno en cada una de las operaciones de Defensa, la negación de la guerra, Afganistán, y la renuncia al uso de las armas y de la fuerza, barcos pesqueros en Somalia. La anulación del papel del Ejército, en definitiva.
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