A estas alturas de la democracia española, el PSOE aún no sabe qué hacer con la nación española. Por un lado, afirma hoy Ramón Jáuregui en una entrevista en El Mundo:
“Quiero decir muy claro que nosotros, los socialistas, no incorporaremos a ninguna reforma constitucional el llamado derecho a decidir”.
Pero, por otro, el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, quiso decirlo más bien confuso en el Comité Territorial de ayer, cuando se lo pidió el PSC. Sobre el “derecho a decidir” que exigen el PSC y los nacionalistas, es decir, el referéndum independentista, Rubalcaba no dijo ni sí ni no sino todo lo contrario:
“Habrá tiempo para discutirlo durante la elaboración del nuevo proyecto socialista (…) Habrá debate y, espero, acuerdo”.
¿Un acuerdo con quienes quieren un referéndum independentista? He ahí el problema socialista y, de paso, el del resto de los españoles. Que los socialistas son incapaces de defender el Estado de las Autonomías y la unidad de España y sugieren confusas e inexistentes fórmulas alternativas.
Véase la propuesta de quien dice querer decirlo claro, Ramón Jáuregui:
“Mi impresión es que llega un tiempo en el que tenemos que reanudar el diálogo para la construcción de un Estado que integre a Cataluña y a Euskadi y al mismo tiempo represente un modelo eficaz de funcionamiento. Nosotros creemos que eso sólo puede hacerse con la reforma federal de nuestro marco autonómico”.
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