Un lío ideológico, un lío de ideas, un lío de proyecto, un lío de identidad. Y como no lo resuelva pronto, seguirá perdiendo votos en próximas convocatorias electorales.
De momento, ese lío explica sus interminables contradicciones en las negociaciones para la investidura. La primera, la principal, la incapacidad para explicar por qué dio un Sí a Pedro Sánchez y al PSOE pero se niega a dar el Sí a Mariano Rajoy y al PP, cuando ni sus propios votantes son capaces de creer que la corrupción del PP sea mayor que la del PSOE o que la regeneración socialista haya sido mayor que la popular, razones o excusas que alega C’s.
La segunda, la del veto, veto sí, veto no a Rajoy. Tras las lecciones de diciembre, proclamaron el veto unas cuantas decenas de veces, pero negaron que hubiera existido tras las elecciones de junio. Después, afirmaron que no vetaban a Rajoy, pero hoy mismo, en Cope, Juan Carlos Girauta acaba de decir que no van a votar Sí a Rajoy pero que podrían dar el voto afirmativo a otro candidato del PP. Para añadir, a continuación, por si la confusión fuera poca, que tal idea es un conjetura y no una propuesta…
La tercera, la de la responsabilidad y los intereses ciudadanos a los que apelan para afirmar que se abstendrán porque debe haber Gobierno, sin explicar a continuación por qué no convierten esa abstención en votos afirmativos que permitan de verdad esa gobernabilidad.
La cuarta, la de los sillones. Esa insistencia en condenar toda negociación de sillones seguida, a continuación, de una negociación con el PP para ocupar dos sillones en la mesa del Congreso de diputados.
La quinta, la negociación sobre las políticas que importan a los ciudadanos, principio al que apela constantemente C’s en contraposición a “los sillones” y que cuestiona cuando se niega a negociar cualquier política con el PP más allá de la abstención en la investidura.
Y la sexta, la de los acuerdos con los nacionalistas, acuerdos para las mesas de Congreso y Senado y formación de grupos parlamentarios que no les llevaron a retirar el apoyo a Sánchez cuando éste los negoció, pero que sí les han llevado a amenazar al PP con un voto en contra. En concreto, Fernando del Páramo, secretario de Comunicación de C’s, que ha afirmado que votarán contra Rajoy “si permite que los convergentes tengan grupo propio en el Congreso”.
Con este lío de ideas, ¿qué hará Ciudadanos? Aún no lo saben ni ellos mismos.
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