
La fotografía es esperpéntica. Uno de los brazos políticos de ETA, Sortu, homenajeaba ayer en Bolívar (ahora rebautizado como Bolibar), Vizcaya, cuna de los antepasados de Simón Bolívar, a Hugo Chávez.
Todos los ingredientes de la extrema izquierda mundial reunidos en Bolívar: violencia, socialismo, indigenismo racista, antiamericanismo y populismo. Chávez, hermanado con ETA. Como lo estuvo en vida, protegiendo en Venezuela a miembros de ETA, lo mismo que a miembros de las FARC.
Lo anterior es patético, pero coherente. Los movimientos antidemocráticos de la izquierda colaboran, se quieren y se homenajean.
Otra cosa más preocupante es que defiendan a Chávez quienes se dicen demócratas. O que lo comprendan o que maticen su gobierno represivo. Y ha habido mucho de eso en España en los últimos días.
Extrema izquierda