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Blogs Cosas del cerebro por Pilar Quijada

Las ondas cerebrales que nos sincronizan con los demás.

Las ondas cerebrales que nos sincronizan con los demás.
Pilar Quijada el

Del 26 al 28 de mayo prestigiosos investigadores de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Suecia y España, debatieron en Ávila la función de la sincronización cerebral en la salud y la enfermedad, en un workshop organizado por el Centro Internacional de Neurociencia y Ética (CINET). Este encuentro internacional fue el punto de partida del Proyecto “Synchrony”, cuyo principal objetivo es explorar el potencial de la sincronía en el cerebro desde múltiples perspectivas, para arrojar nueva luz sobre la función cerebral, mental y el proceso de la vida misma, según explicó el director del CINET, Javier Bernácer.

Entre los expertos que asistieron al encuentro, estaba Peter J. Uhlhaas, profesor de detección temprana e intervención de trastornos mentales en el Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la universidad de Berlín, que abordó el papel de la “Sincronía neuronal en la esquizofrenia y la psicosis emergente”.

ACTIVACIÓN SIMULTÁNEA

La sincronía se produce por la activación simultánea de grupos de neuronas individuales. Este funcionamiento sincrónico está en la base de procesos como la percepción, la memoria, el funcionamiento cognitivo o la consciencia, entre otros. Sin embargo, cuando la sincronización involucra a grandes áreas del cerebro puede dar lugar a patologías como la epilepsia. De igual forma, una sincronía anómala, ya sea por exceso o por defecto, se ha relacionado con la esquizofrenia, el autismo o la enfermedad de Alzhéimer.

“Como muchos temas con ricas conexiones interdisciplinarias, la sincronía no tiene una definición única e inequívoca. Aunque en algunos contextos puede definirse sin problemas como simultaneidad o correlación temporal, sin embargo, en niveles más profundos, el concepto de simultaneidad es cuestionado por la física y la filosofía. A pesar de estos problemas de definición, la sincronía ha despertado un interés creciente por sus numerosas aplicaciones en neurociencia y campos afines”, resaltó Javier Bernácer.

Jose Manuel Muñoz, investigador en el Gordon Center de Imágenes Médicas de la Universidad de Harvard, explicó que la sincronización en la conectividad funcional puede ser un indicador de la interacción entre personas.

Un estudio reciente (Kohler et al., 2023) ha demostrado que el cerebro de músicos que interpretan una pieza musical en un concierto, muestran una actividad intercoordinada en las zonas del cerebro que intervienen en la ejecución de la pieza: las regiones de la corteza cerebral y el cerebelo así como las auditivas y motoras. Esta coordinación entre los cerebros de los músicos que interpretan una pieza es más acusada si además han ensayado juntos.

La sintonía entre cerebros se extiende a otros ámbitos de la vida, como mostró otro estudio de RMf en un grupo de jóvenes mientras veían películas sobre naturaleza, en el que la sincronización iba disminuyendo a medida que lo hacía el grado de amistad que los unía.

DE LA SINCRONIZACIÓN A LA EMPATÍA

Es lo que coloquialmente llamamos estar en sintonía, o empatizar con otras personas, y lo que podrían estar visualizando mediante neuroimagen los estudios a los que se refirió Muñoz, que estarían en la línea de lo que sostiene Tom Froese, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa, Japón, que está al frente de la Unidad de ciencia cognitiva corporeizada.

Froese sostiene que la afectividad, como la que determinaba la mayor sincronización entre los jóvenes del estudio antes mencionado, se encuadraría dentro de lo que se ha dado en llamar “ciencias cognitivas enactivas, corporeizadas y situadas”, también llamada perspectiva 4e (por embodied, embedded, enactive y ecological)

Como cierre de esta mesa redonda, se plantean una serie de cuestiones pendientes de estudiar: ¿pueden aparecer sincronías intercerebrales en personas sometidas a un mismo contexto normativo? ¿Qué implicaría esto éticamente? ¿Sería necesario mantener un equilibrio entre la intercomunicación social y la individualidad? ¿Es la sincronía interpersonal compatible con la superveniencia?

LAS ONDAS QUE PODRÍAN PREDECIR LA ESQUIZOFRENIA

Peter J. Uhlhaas, profesor de detección temprana e intervención de trastornos mentales en el Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la universidad de Berlín, abordó la “Sincronía neuronal en la esquizofrenia y la psicosis emergente”, y explicó que los pacientes con esquizofrenia tienen una sincronización alterada, un desfase de sus ondas cerebrales respeto al estímulo que las provoca.

Y esto podría servir de biomarcador para detectar en fases tempranas el “Síndrome de Psicosis Atenuada”, que puede suponer un riesgo muy elevado de desarrollar psicosis, como recoge el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés).

En esta línea, Uhlhaas, resaltó que pacientes con una mutación localizada en el cromosoma 22, que elimina medio centenar de genes y se asocia a un alto riesgo de psicosis, presentan una clara disminución de las ondas cerebrales de 40 Hz. Esta banda de coherencia a 40 Hz no aparece en niños y adolescentes, sino que se estabiliza en la edad adulta, y se cree que esta estabilización probablemente esté alterada en los pacientes con psicosis.

En modelos animales de la mutación 22q11.2, se ha conseguido recuperar los déficits cognitivos mediante una manipulación de los circuitos neuronales que restaura el equilibrio inhibición/excitación. Lo que abre una vía de estudio y tratamientos para los pacientes en etapas muy tempranas de la enfermedad, y posiblemente del desarrollo, explicó Uhlhaas.

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