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Blogs Cosas del cerebro por Pilar Quijada

Al cerebro le gusta el vino bajo en alcohol

Al cerebro le gusta el vino bajo en alcohol
La red neuroanatómica funcional involucrada en el procesamiento del vino comprendía varias zonas del hemisferio derecho (opérculo rolándico, giro postcentral, giro cingulado, tálamo, lóbulo parietal inferior, giro lingual, fusiforme y el cerebelo) y en el hemisferio izquierdo (circunvolución post-central, tálamo, el área motora suplementaria, la circunvolución temporal, fusiforme y el cerebelo
Pilar Quijada el

El alcohol, con mucha moderación indican los expertos en salud. Y ahora una investigación del  Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) muestra que el cerebro parece querer seguir esa norma mostrando su preferencia por el vino de baja graduación alcohólica. Las conclusiones de la investigación han sido publicadas en la revista de libre acceso Plos One.

En las últimas dos o tres décadas, hay una tendencia notable hacia la producción de “vinos potentes”, que tiene niveles más altos de alcohol. Mientras que hace 30 años los niveles de alcohol habituales eran de 12% o 12.5% , hoy exhiben niveles de 14%, 14,5% o incluso el 15%. Sin embargo, según los resultados de este estudio, son los caldos de menor graduación los que más agradan al cerebro. 

“Las decisiones que adopta la industria vitivinícola en la elaboración de vinos se basan en creencias sobre los gustos del consumidor. En lugar de hacer suposiciones podemos observar directamente lo que sucede en el cerebro y dar respuesta a las preguntas de los productores agrícolas”, explica Ram Frost, del BCBL.

Frost dirige un proyecto que busca ofrecer una respuesta objetiva, amparada en los métodos de investigación científica, a las dudas sobre los gustos del consumidor cuando se trata de elegir un vino. Dudas que, por otra parte, son las mismas que tienen los productores a la hora de poner en el mercado un caldo que se venda bien. Y para conseguirlo Frost se ha centrado en el nivel de alcohol de los caldos, con el objetivo de someter las creencias sobre el gusto de los consumidores al rigor de la ciencia y acercar los últimos progresos de la investigación del cerebro a la producción vitivinícola.

Y es que la neurociencia está en todos los aspectos de nuestra vida, incluido el del consumo de alcohol, por lo que se ve… El texto completo puede verse aquí.

La red neuroanatómica funcional involucrada en el procesamiento del vino comprendía varias zonas del hemisferio derecho (opérculo rolándico, giro postcentral, giro cingulado, tálamo, lóbulo parietal inferior, giro lingual, fusiforme y el cerebelo) y en el hemisferio izquierdo (circunvolución post-central, tálamo, el área motora suplementaria, la circunvolución temporal, fusiforme y el cerebelo
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