Durante los primeros años no pasó mucho con la Perspectiva, mostrando el viejo adagio que me acabo de inventar de que lo difícil no es elaborar una estrategia; lo difícil es implementarla. Tal vez lo que sucediera es que cada Estado miembro tenía una concepción distinta sobre cuánto quería comprometerse con la Perspectiva y qué recursos le quería destinar. La Perspectiva no significaba lo mismo para un Laos enclaustrado y endeudado con China que para Indonesia que desea convertirse en una potencia marítima.
La Perspectiva no empezó a activarse hasta 2023, justo el año en el que Indonesia,- su padre-, asumió la presidencia rotatoria de ASEAN. Lo primero que hizo Indonesia fue establecer proyectos y actividades tangibles que pusieran la Perspectiva en el mapa. De éstas la principal sin lugar a dudas fue el Foro Indo-pacífico de ASEAN que se celebró en septiembre de 2023. El Foro se centró en infraestructuras verdes, cadenas de suministro resilientes, financiación sostenible e innovadora, transformación digital y economía creativa. Como todos los foros inaugurales, hubo aspectos discutibles como los arcanos motivos que habían llegado a seleccionar a determinados actores privados y no a otros. No obstante, de la reunión salió una cartera de proyectos de interés por su potencial. La mayor carencia de estos proyectos fue que en su mayor parte eran bilaterales y a menudo les faltaba una visión estratégica y aseánica.
La seguridad marítima ampliamente concebida se ha convertido en uno de los grandes temas del Indo-pacífico. El 1 de agosto de 2023 ASEAN lanzó su Perspectiva Marítima de ASEAN (PMA). La PMA sitúa al espacio marítimo en el centro de las consideraciones estratégicas, económicas, políticas y sociales de ASEAN. Subraya la importancia de las líneas marítimas de comunicación, especialmente el Estrecho de Malaca y reconoce el impacto del espacio marítimo en los desplazamientos intrarregionales y en la seguridad marítima. Como desafíos recoge la contaminación marina, las condiciones laborales en el sector pesquero, la piratería y la conservación del patrimonio marino.
También otra cosa novedosa es que la Reunión de los Ministros de Defensa de ASEAN (ADMM) ha adoptado un papel de concepto sobre la implementación de la Perspectiva desde la óptica de la defensa. Finalmente, ASEAN se ha caído del guindo y se ha dado cuenta de que hay muchos tiburones en el Indo-pacífico como para no pensar en términos de defensa.
El Papel busca construir una cooperación en materia de defensa entre los países de ASEAN y con los socios exteriores en Asia-Pacífico y el Océano Índico (resulta interesante que al hablar de la defensa regresen al término tradicional de Asia-Pacífico y no al de Indo-pacífico. En geopolítica las denominaciones no son gratuitas). El Papel arranca con unas explicaciones alambicadas sobre cómo se pueden iniciar proyectos de defensa y establece varias precauciones importantes: la participación en estas actividades se basará en las capacidades de cada Estado miembro, será voluntaria y estará basada en el respeto a la soberanía y la integridad territorial. En cuanto a las áreas de cooperación recoge, entre otros, la seguridad marítima entendida en su sentido más amplio, el espacio aéreo y las medidas de refuerzo de la confianza. Entre las actividades de defensa que pueden considerarse están los diálogos, los ejercicios, la enseñanza, la formación, la ciencia militar y la investigación tecnológica. Como si el ADMM pensase que había sido demasiado osado con las propuestas, al final se coloca un palo entre las ruedas: por razones de volumen de trabajo y de limitaciones de recursos, el ADMM sólo aprobará una actividad anual, que deberá ser informal y no tener continuidad, ni regularizarse, ni institucionalizarse. En resumen, ASEAN da un paso adelante en el terreno de la defensa, pero rodeado de tantas cautelas que cabe preguntarse cuán lejos llegará.
Los esfuerzos desplegados por ASEAN durante la presidencia indonesia han sido reconocidos por sus socios. Varios de ellos (Australia, China, Corea, EEUU, India, Japón y Nueva Zelanda) han formulado declaraciones conjuntas con ASEAN sobre la cooperación en el marco de la Perspectiva. Otros socios como Canadá o la UE no han emitido declaraciones de ese tipo, pero han adoptado el lenguaje de la Perspectiva en declaraciones conjuntas. De alguna manera ASEAN ha conseguido situarse como un actor a tener en cuenta en el Indo-pacífico, capaz incluso de tener poder normativo. Otra cosa es si esa agencia adquirida le permitirá ejercer su influencia sobre la rivalidad entre China y EEUU en la región.
Un problema de ASEAN es que sus presidencias rotatorias tienen un notable poder de iniciativa, como ocurría con las presidencias rotatorias en la UE hasta el Tratado de Lisboa, de suerte que la continuidad en las acciones nunca está garantizada. En este caso, la presidencia de 2024 le ha correspondido a Laos, un país enclaustrado con poco interés en el Indo-pacífico.
Las buenas noticias son que parece que los EEMM de ASEAN han internalizado la Perspectiva y son conscientes de que el Indo-pacífico ha venido para quedarse. Laos ha asegurado el interés de su presidencia en la Perspectiva y ha afirmado que se centrará en la integración y conexión de las economías de ASEAN, la transformación digital y la resiliencia ante el cambio climático. Tal vez ASEAN ya haya alcanzado la mayoría de edad como actor indo-pacífico.
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