Cuenta Andrés Trapiello en “Las armas y las letras” las dificultades que tuvo el bando nacional para atraer talento. Comprar tanques y aviones a italianos y alemanes era más sencillo que convencer a los intelectuales de que se pasasen a la España nacional. Uno de los que lo hizo y uno de los de mayor talento de aquel bando, fue Agustín de Foxá.
En septiembre de 1937, en Salamanca, Foxá terminó de escribir la que seguramente sea la mejor novela sobre la guerra civil escrita en el bando nacional, “Madrid, de corte a checa”. La novela está estructurada en tres partes de decreciente calidad.