Esa fuerza militar de resguardo a su persona parece que no era suficiente porque el ministro de Agricultura y presidente del Instituto Nacional de Tierra se armó con una pistola glock en el cinto, gorra y franela rojas con la cara del Ché en el pecho para tomar las tierras.
Es la primera que vemos un ministro armado dando una arenga revolucionaria para justificar el despojo de la propiedad de cientos de productores y campesinos que no han hecho otra cosa que trabajar con el sudor de su frente toda su vida, ahora destruida por el pistolero.
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