Ludmila Vinogradoff el 03 sep, 2010 Franklin Brito Franklin Brito, el primer venezolano que se inmola por defender la propiedad privada, fue sepultado en su ciudad natal de Río Caribe en el estado Sucre, al noreste de Venezuela. El productor agropecuario, que mantuvo una huelga de hambre por más de seis meses, el octavo ayuno desde 2005 cuando fue despojado de su finca de 290 hectáreas, ha recibido la solidaridad y reconocimiento de todos los venezolanos de bien. Pero las autoridades se han lavado las manos. Alegan que no tienen ninguna responsabilidad en la muerte de Brito. Incluso la Fiscalía ha ordenado abrir una averiguación para determinar si el agricultor fue inducido a cometer suicidio. La fiscal general Luisa Ortega Díaz afirma que Carlos Aldana ha solicitado la investigación. “El denunciante considera que estamos en presencia de una inducción al suicidio de acuerdo con lo que él narra en la denuncia”. Según Ortega, “hay palabras y expresiones de personas allegadas a Brito que lo inducían a que mantuviera la huelga de hambre, a que no comiera y que insistiera en esa posición que lo llevó a la muerte”. Este delito según el artículo 412 del Código Penal se castiga con 7 y 10 años de prisión. Ahora resulta que la familia del fallecido está siendo perseguida por la Fiscalía. Qué paradoja. La viuda, Elena de Brito, dijo en el sepelio: “Creo que con la lucha de Franklin se logró un objetivo más allá de las tierras por las cuales peleó hasta la muerte. Su actitud fue una denuncia viva de la violación de los derechos humanos en Venezuela. Fue una advertencia sobre el temor que sentimos todos a la hora de exigir respeto por lo nuestro. Sé que hay muchos sectores e individualidades que ahora, realmente, lamentan haber sido tan indiferentes con su lucha”. “Ojalá -agrega la viuda- sirva su ejemplo y nos demos cuenta de que tenemos lo que somos. Hemos permitido, como colectivo de una nación, muchos abusos y arbitrariedades, y a eso se opuso Franklin. Se enfrentó al poder demoledor del Gobierno cuya maldad no se identifica con la idiosincrasia de este pueblo. Por eso no esperamos nada de ellos; todo lo que hicimos fue en vano. El Gobierno nos arrancó de las manos a mi marido, a un padre de familia, nuestros derechos y nuestra propiedad”. políticaSociedad Tags franklin britohuelga de hambremuerte Comentarios Ludmila Vinogradoff el 03 sep, 2010