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Mascarilla de cúrcuma, una receta que no se come, se «pone»

Mascarilla de cúrcuma, una receta que no se come, se «pone»
Elisa Escorihuela el

Sin duda existen alimentos que esconden propiedades en su composición que benefician nuestra salud, de ahí el gran interés de muchos de nosotros de tratar de incluirlos en nuestra alimentación con el fin de vivir de manera más saludablemente.

Siempre pensamos en cuáles elegir para:

  • Mantener en niveles adecuados el colesterol

  • Modular la respuesta de azúcar en sangre

  • Regular el tránsito intestinal

  • Disminuir la presión arterial

¿Y qué pasa con nuestra piel?

A pesar de ser uno de los órganos más importantes a veces no le damos la importancia que tiene. La piel es la barrera protectora de nuestro cuerpo y es uno de nuestros órganos sensoriales (tacto) ya que está provista de terminaciones nerviosas que nos ayudan a percibir el dolor y la temperatura. Con una superficie aproximada de 2 metros cuadrados, la piel es el órgano más grande del cuerpo y no podemos olvidarnos de ella.

Yo soy de la opinión de que todo lo que es bueno para el interior al final se refleja en el exterior. Beber suficiente agua, una alimentación saludable, descansar adecuadamente, protegerse del sol y la polución, y no consumir alcohol, tabaco y otros tóxicos nos ayudará tener una piel hidratada, elástica y firme.

Hablando el otro día de la cúrcuma y sus propiedades se me ocurrió que la receta de hoy iba a ser distinta, no se va a comer, se va a «poner».

Si algo me queda de farmacéutica es mi pasión por la cosmética, pero no creas que el armario de mi baño está repleto de botes, ampollas y pócimas mágicas. Poquitas cosas uso y eso que a mis 43 años ya empiezo a descubrir esos «surquitos» en la piel que me convenzo de que son arrugas de expresión 😉

Suelo hacer mis propias mascarillas y «peelings» con alimentos y en algunas ocasiones los uno a cosméticos básicos, como el aceite de rosa mosqueta. Hoy te voy a contar una mascarilla que me gusta mucho y que encima tiene como ingrediente diferenciador a la cúrcuma.

Cómo preparar la mascarilla de cúrcuma

Si no te has aplicado nunca una mascarilla te animo a que pruebes esta sencilla receta que puedes hacer en 5 minutos. Y si ya eres expert@ seguro que te va a encantar. Se trata de una mascarilla hidratante y calmante que puedes utilizar semanalmente.

Ingredientes para la mascarilla

  • 1 yogur natural o kéfir

  • 1 cucharada de miel

  • 1 cucharadita de cúrcuma

Preparación

En un bol vamos a mezclar el yogur con la cúrcuma, para lo que puedes ayudarte de unas varillas.

Puedes calentar la miel calentar un poquito al baño de María o bien en microondas (con mucho cuidado). De esta manera tendrá una textura más ligera para que puedas añadirla a la mezcla anterior.

Una vez tengas bien integrados todos los ingredientes llega el momento de la aplicación.

Limpia bien la piel con agua y jabón y después aplica la mascarilla sobre la piel con cuidado de que no te entre en los ojos.

Ahora llega tu momento. Tienes 20 minutos de mimos personales. Ponte música relajante, coge un libro y disfruta.

Una vez transcurrido este tiempo elimina la mascarilla con agua tibia y por último ponte tu crema hidratante. (Yo utilizo aceite de rosa mosqueta). Debes de tener cuidado con poner más cúrcuma de la indicada. Piensa que es un colorante muy potente y puede teñirte la piel.

Por su composición te va ayudar a hidratar y limpiar la piel a fondo. La cúrcuma además es antioxidante y antiinflamatoria por lo que te calmará de exposiciones intensas al sol y la polución.

Cómoda, sencilla y rápida de preparar. Espero me cuentes si te la preparas este fin de semana.

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