Oficialmente… esta va a ser la semana de los probióticos, ¡y además caseros! Si en el último post hablamos del kéfir y sus propiedades hoy hablaremos de las verduras encurtidas, también llamadas pickles.
Podemos hacer en casa multitud de recetas que nos ayuden a mejorar nuestra microbiota y la de los pickles es realmente fácil y rápida de realizar. En este caso, los efectos beneficiosos de las verduras se van a ver potenciados cuando se fermentan. Y si crees que solo se pueden hacer encurtidos de pepinillos te equivocas… puedes utilizar multitud de verduras para hacer tus propias conservas. Allá vamos, te explico como hacerlos que yo ya me he puesto las pilas para hacer las mías.
¿Qué verduras he utilizado?
En este caso: pepino, microzanahorias, salicornia, bimi, coliflor, romanescu y rabanitos.
¿Qué necesitas para hacer tus propias conservas de encurtidos?
- 150 gramos de verduras (pueden ser muy variadas)
- 200 ml de vinagre
- 400 ml de agua
- Una cuchara de sal
- Una cuchara de panela**
- Granos de pimienta
- Tarros de cristal con tapa
Para blanquear las verduras necesitarás:
- Abundante hielo
- Un bol
- Agua
**Existen recetas sin azúcares pero he decidido hacer la clásica con panela, de ahí que tenga un color más tostado.
Preparación
En primer lugar vamos a llevar a ebullición el agua con abundante sal para blanquear las verduras. Este proceso nos va a ayudar a eliminar todas las impurezas que no podemos quitar cuando lavamos las verduras bajo el grifo.
Dependiendo de las verduras (y si las has cortado) necesitarán unos tiempos de cocción de entre unos 30 segundos (el caso del pepino cortado) a un minuto en el caso de los rábanos. Inmediatamente transcurrido ese tiempo sumergimos las verduras en un bol con agua con hielo para cortar la cocción rápidamente.
En una olla pondremos el agua con el vinagre, la sal, la panela y los granos de pimienta. Si quieres aromatizar más los encurtidos puedes añadir especias como una hoja de laurel, ajo o guindillas, a tu gusto.
Disolvemos bien los ingredientes a una temperatura media y cuando vemos que se han disuelto bien apagamos el fuego. Mientras, procedemos a repartir las verduras previamente blanqueadas en los botes de cristal bien limpios. No los llenes en exceso ya que debes prever que el líquido cubra bien las verduras.
Una vez llenos cerramos y les damos la vuelta y dejamos que transcurran 24 horas para que se haga el vacío. Al día siguiente ya podemos darle la vuelta y esperaremos al menos unas dos semanas para poder probarlos.
Recuerda que pueden durar bastante tiempo pero a medida que este pase las verduras tomarán más sabor a vinagre. Una vez abiertos ten la precaución de guardarlos en la nevera.
Espero te animes a hacer esta receta que te ayudará a cuidar de tu microbiota y aportará muchísimos matices a tus platos.
Elisa Escorihuela Navarro
Dietista Nutricionista
Farmacéutica
… y muchas veces cocinera
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