Hay sabores que nos pueden gustar más o menos. Y como ya comentábamos en el post “Que te guste más el dulce o el salado lo decide la genética” nuestra genética tiene mucho que ver en nuestra predilección a la hora de elegir aquellos alimentos que nos gustan más a menos. Pero existe un alimento que convence a casi todo el mundo: el chocolate.
El chocolate llegó a Europa procedente de América y desde entonces ha generado grandes pasiones en nuestro continente. Mucho se ha hablado del cacao a nivel nutricional y es muy habitual pensar que debe eliminarse de la dieta porque puede perjudicar nuestra salud. Pues bien, los amantes del chocolate están de suerte porque no solo no es perjudicial sino que tiene moléculas bioactivas que nos pueden ayudar a mejorar nuestra salud.
Eso sí, con truco, no vale cualquier chocolate, siempre hablamos de chocolate sin azúcar, con más de un 70% de cacao y por favor, que no sea blanco: El chocolate blanco no existe.
Ahora bien, ¿de qué propiedades nos podemos beneficiar? El chocolate contiene grandes cantidades de polifenoles (principalmente flavonoides), incluso mayores que las encontradas en el vino tinto o té verde del que tanto hablamos. Estos flavonoides tiene un efecto cardioprotector por su actividad:
- Como antioxidante. Previenen del estrés oxidativo (envejecimiento celular)
- Sobre la función plaquetaria y la inflamación. Se reduce el riesgo en la formación de trombos gracias a su efecto modulador de la función plaquetaria.
- Presión arterial: se ve favorecida. Disminuyendo:
- Presión arterial sistólica: hasta 4,1 mm Hg
- Presión arterial diastólica: hasta 1,8 – 8,5 mm Hg
Todavía queda mucho por investigar para conocer a qué dosis obtendremos estos beneficios cada persona, ya que va a depender mucho de cómo metabolizamos cada uno sus componentes. Pero hasta entonces a nadie le amarga un poco de chocolate. Hoy te invito a hacer una sencilla receta que seguro te gustará, un mousse de chocolate.
Nos ponemos el delantal y vamos manos a la obra.
Receta de mousse de Chocolate
Ingredientes:
- 150 g de chocolate
- Sin azúcar
- 4 o 5 huevos
- 1 cucharada de agua
- Sal
Preparación
En primer lugar pondremos el chocolate troceado en un cazo y añadiremos una cucharada de agua. A continuación llevamos el cazo al baño de María a fuego lento y removemos hasta que disuelva el chocolate. Una vez disuelto el chocolate retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Después separamos las yemas de las claras del huevo y las reservamos en un bol. Batimos bien las yemas con ayuda de unas varillas hasta que formen una masa homogénea. Ahora en otro bol batiremos las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
Seguidamente, añadiremos poco a poco las yemas al chocolate (ya no tan caliente) hasta obtener una masa uniforme. Por último añadiremos las claras a punto de nieve, esta vez con ayuda de una espátula y haciendo movimientos envolventes. Ya solo nos queda ponerlo en recipientes individuales, enfriar y disfrutar.
Desearte que disfrutes de esta receta y del chocolate (con moderación) y que recuerdes que siempre debe formar parte de un hábito de vida saludable: ejercicio físico, buena alimentación, descanso y diversión.
Te deseo un feliz y saludable fin de semana.
Elisa Escorihuela Navarro
Dietista Nutricionista
Farmacéutica (y a veces cocinera)
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