La Segunda Guerra Mundial y sus años previos, que vieron el auge de las ideologÃas totalitarias en Europa, supusieron una edad de oro para la propaganda. Por entonces, el arte de manipular las fotografÃas adquirió algunos de sus mayores hitos a través de los precarios métodos de edición: es decir, el corta y pega en la mayorÃa de los casos.
–El 23 de octubre de 1940, la agencia EFE se hacÃa eco de la entrevista en Hendaya entre Francisco Franco y Adolf Hitler con un amplio reportaje fotográfico. El problema estuvo en que la mejor de las fotografÃas de ambos mostraba a Franco con los ojos cerrados en ese preciso instante, lo cual fue resuelto encajando la cabeza de otra foto del dictador español en la imagen.
–Otro descarado caso de fotomontaje con intenciones propagandÃsticas es el que afectó a Rudolf Hess, figura clave de la Alemania nacionalsocialista hasta su misterioso y controvertido vuelo a Inglaterra. Nunca quedaron claras las razones qué se ocultaban tras su decisión de volar hasta Inglaterra sin el permiso de Hitler, pero por si acaso la propaganda nazi se encargó de borrar cualquier vestigio de su paso por el partido. En una imagen de 1933, donde aparecÃa junto a Adolf Hitler, Wilhelm Frick y Hermann Goering, fue borrado directamente.
–Un caso parecido al de Rudolf Hess es el ocurrido con León Trotsky, que fue borrado literalmente de la historia rusa con la victoria a nivel interno de Joseph Stalin. AsÃ, cuando Lenin quedó postrado en su cama y terminó falleciendo prematuramente, el lÃder bolchevique fue apartado de los cargos públicos y eliminado de las fotografÃas a partir de 1923. Un ejemplo de ello es la edición realizada sobre una fotografÃa de Lenin dando un discurso a las tropas del Ejército Rojo antes de su campaña en la guerra contra Polonia de 1920. Trotsky, que aparece escuchando el discurso a la derecha de la imagen, desaparece como si de la pata de gallo de una modelo eliminada con photoshop se tratara.
–Además de las numerosas fotografÃas donde Trotsky fue borrado, la propaganda estalinista firmó una de las manipulaciones más conocidas de la Segunda Guerra Mundial. El 2 de mayo de 1945, los soldados de la Unión Soviética tomaron el Parlamento alemán tras varios intentos fallidos antes. Precisamente en uno de estos, el fotógrafo Yevgeny Khaldei inmortalizó el momento del izado de la bandera soviética en el Reichstag, aunque posteriormente las tropas rusas tuvieron que retirarse del lugar. La fotografÃa fue publicada en la revista Ogonjok con unos cuantos retoques. El objetivo principal de la edición era ocultar que los soldados rusos, Abdulkhakim Imailov y Aleksey Goryachev, portaban numerosos relojes en sus muñecas, presumible resultado del saqueo que todas las guerras traen consigo.
–Otro protagonista del conflicto mundial, el italiano Benito Mussolini, reclamó que fuera retocada una fotografÃa suya a lomos de un caballo para ensalzar sus habilidades guerreras. Es decir, que no se viera al ayudante que agarraba el caballo para evitar que el lÃder fascista pudiera caerse mientras alzaba con fuerza la conocida como “espada del Islam” (un regalo del gobierno libio en 1936).
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