A mediodía de hoy viernes se han acabado de retirar la mayoría de los tractores que bloqueaban las carreteras nacionales y puestos fronterizos griegos, protestando por la situación de la agricultura y de la ganadería en el país, así como por diversas medidas fiscales y relacionadas con sus pensiones.
Sólo permanecen todavía cerrados por tractores un punto concreto en la provincia de Larisa, otro en la isla de Creta y el puesto fronterizo de Promajona (en la frontera de Grecia con Bulgaria), aunque se está permitiendo el paso de camiones con mercancía perecible.
En el resto del país, los agricultores que aun no están satisfechos con las explicaciones del Ministerio de Desarrollo Agrícola sobre la repartición de los quinientos millones de euros
que ofrece el gobierno se limitan a aparcar sus tractores al borde de la carretera. De esta forma se ha vuelto a conseguir la circulación de un elevado número de camiones que llevaban en
algunos casos hasta diez días paralizados en una carretera nacional.
Las pérdidas ocasionadas a las industrias griegas, especialmente a las del norte de Grecia son muy elevadas , así como a otras multiples empresas relacionadas con la importación y exportación de mercancías a mercados de los vecinos países balcánicos y de los restantes europeos . Pero quizás mas grave ha sido la situación causada entre el gobierno conservador y el partido líder de la oposición , el socialista Pasok. Los socialistas han acusado al gobierno de cometer irregularidades con respecto a la legislación comunitaria con estos quinientos millones de euros. El ministro Sotiris Hatzigakis ha salido al paso de estos comentarios enfurecido, subrayando que en ningún caso las medidas son ilegales, que no han causado problema alguno con la Unión Europea y que él mismo tratará el tema con las autoridades comunitarias la semana que viene. Asimismo Hatzigakis hizo un llamamiento para que no se comenzaran procesos legales contra los agricultores y ha dejado bien claro que durante todo este año los agricultores y ganaderos no podrán recibir ningún otro tipo de ayuda .
Por su parte muchos agricultores , apoyados por sindicalistas y partidos de la izquierda, consideran que la “generosidad” estatal es mínima, ya que de esos quinientos millones, mas de trescientos habían sido ya concedidos ( pero no entregados). Y destacan que la mayoría de sus productos han visto su valor reducirse hasta un cincuenta por ciento en los últimos meses , mientras que sus gastos de cultivo han aumentado un 37 por ciento, lo cual para muchos convierte su situación en dramática. El resto de la opinión pública griega no se muestra muy solidaria y espera que la situación se normalice en todo el país.