Durante los meses de enero y febrero, en el colegio Salesianos Atocha de Madrid, tuvo lugar un curso de deportes alternativos para profesores de Educación Física. La inquietud por hacer que la Educación Física esté a la altura de lo que la sociedad demanda propició este curso, promovido por Pablo García, profesor de Educación Física de Salesianos Atocha, y llevado a cabo por el departamento pedagógico de Escuelas Católicas de Madrid. Así, durante cinco sesiones, una veintena de profesores de diferentes colegios se formaron en deportes alternativos como slammo, el kin-Ball, el goubak, el bijbol o el tchoukball. ¿Conoces las reglas de estos deportes?
El ‘slammo’, también conocido como ‘spikeball’, ‘battle bounce’ o ‘roundnet’ es un deporte en el que se coloca una red elástica circular, con cinco patas, en el centro. Se juega en equipos de dos integrantes cada uno, que se colocan alrededor de la red para hacerla rebotar por turnos. Es importante tener buenos reflejos y agilidad. Los jugadores se pueden mover libremente, no hay límite de espacio, lo importante es que la pelota golpee en la red, cada equipo tiene un máximo de tres toques como en el voleibol.
El ‘kin-Ball’ es uno de los deportes surgidos recientemente con mayor número de adeptos en el mundo. Se trata de un deporte de equipo y mixto, en el que tres equipos se enfrentan con el objetivo de sumar los máximos puntos posibles. Básicamente, el juego se basa en los conceptos de saque y recepción. El equipo que saca monta un ‘trípode’ para golpear la pelota, que mide 1’22m de diámetro, y reta a uno de los otros dos equipos, que deberá realizar la recepción correctamente. Si consigue recibir, tendrá diez segundos para montar su ataque, mientras que si no lo consigue, los otros dos suman punto. Así, se fomentan valores como la igualdad y la no discriminación.
El ‘goubak’ también nació para promover valores similares. Se trata de un juego en el que hay una portería triangular en el centro, y dos equipos. La finalidad es la de lograr realizar un pase entre los postes del medio y que el balón, una especie de disco achatado, sea recibido por un compañero, sin que se caiga al suelo y sin que un rival lo intercepte. Además, el terreno de juego está dividido en diferentes áreas, y la recepción en cada una de ellas permitirá sumar al equipo que lo logre entre uno y tres puntos.
El ‘bijbol’ es un juego basado en lo siguiente: dos equipos buscarán meter goles en la portería contraria, con una pelota gigante, pero no pueden agarrarla ni retenerla. Pueden golpear o hacer rodar la pelota cualquier parte del cuerpo, pies y manos incluidos, pero no hay portero y tampoco se puede entrar a las áreas. Por su similitud con deportes como el fútbol sala o el balonmano, se adapta perfectamente a este tipo de campos de juego. Eso sí, no pueden disputar la pelota más de dos jugadores de cada equipo, y en caso de infracción se sancionará con falta.
Por último, en el ‘tchoukball’, dos equipos buscan sumar los máximos puntos tratando de hacer que una pelota similar a la del balonmano, golpee en una red tensa situada en los extremos del campo y rebote en el terreno de juego. Cada equipo tiene tres posibles pases antes de buscar el lanzamiento a la red, mientras que el equipo defensor debe tratar de recibir la pelota rebotada antes de que golpee el suelo. Se puede atacar en ambas redes indistintamente, además de poder dar tres pasos como máximo con el balón en la mano. Suele tener un turno cada equipo puesto que se suele contraatacar tras defender, y, por otro lado, si la pelota rebota dentro del área no será considerado como punto.
Con deportes como estos, los alumnos se salen de lo establecido y de lo tradicional, pues al ser deportes menos conocidos, se igualan los niveles, aumenta la participación, el enriquecimiento por estar aprendiendo continuamente y la diversión, ya que su fin es principalmente lúdico. Os recomendamos que durante estos días busquéis vídeos de estos deportes para así aprender nuevas formas de jugar.
Iván Hernández
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