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Salta con cabeza, pero no de cabeza

Pilar Quijada el

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid recuerda, ante la proliferación de programas de televisión en los que personajes famosos saltan a una piscina desde un trampolín, que las zambullidas imprudentes de cabeza son una de las principales causas de lesión medular en nuestro país, junto a los accidentes de tráfico.

Los famosos están en el punto de mira. Varios han sido “cazados” cuando cometían graves infracciones de tráfico. Y ahora, desde esa “ventana” casi permanentemente abierta en el salón de muchas casas les vemos saltar desde un trampolín con escasa preparación, como demuestran los moratones con los que se “condecoran”.

Esas actitudes imprudentes podrían ser imitadas, ya que los personajes públicos tienen lo que los psicólogos llaman “efecto halo”. Este efecto generalmente se utiliza con fines publicitarios. Un producto anunciado por una persona famosa suele parecernos más atractivo, o al menos despierta nuestro interés. Desgraciadamente, por el mismo efecto psicológico, ocurre igual con su comportamiento, aunque sean imprudente.

Por eso desde el colegio de Fisioterapéuticas de Madrid se han apresurado a darnos información sobre las zambullidas imprudentes. Para empezar nos recuerdan que Cada día, diez personas sufren una lesión medular o cerebral en España. Son lesiones irreversibles, pero también evitables. La prevención, es en muchos casos la única manera de luchar contra lo que pueden ser secuelas que marquen nuestra vida, o la de nuestros seres queridos de por vida. Secuelas que pueden dejarnos para siempre en una silla de ruedas. 

“Lanzarse desde un trampolín sin una preparación adecuada, conlleva un alto riesgo de sufrir lesiones medulares o neurológicas. Tras un mal salto podemos golpearnos con el agua o con el suelo de la piscina y sufrir daños que conducen a la tetraplejia (parálisis de brazos y piernas), o incluso a la muerte”, explica el secretario general del Colegio, José Santos. Y es que saltar de cabeza desde demasiada altura con una mala técnica de entrada puede causarnos lesiones tan solo golpeándonos con el agua, aún sin llegar a tocar el fondo

Además, advierten expresamente que no se debe imitar a los famosos que participan en estos programas, y “mucho menos hacerlo en el mar, ya que el nivel del agua varía con las mareas, lo que genera la aparición de rocas cercanas a la superficie”.  Tampoco en ríos o pantanos donde pueda haber piedras que no hayamos detectado. Incluso en la piscina este tipo de zambullidas son peligrosas, porque podemos colisionar con algún bañista que en ese momento esté bajo el agua. En general, los expertos aconsejan, que en caso de saltar al agua, se haga siempre de pie, con las piernas encogidas.

Falsas apariencias

Para llevar a cabo saltos desde un trampolín, se requiere mucha más preparación de la que aparece en las galas que emiten los programas televisivos, advierte Santos: “De hecho, los deportistas profesionales que compiten en esta disciplina entrenan diariamente, durante años, para adquirir una completa forma física, y aprenden técnicas de colocación corporal para evitar sufrir daños”.  Y aún así de vez en cuando se producen.

Las consecuencias son tan graves que la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo pone en marcha cada verano una campaña informativa destinada a la prevención de lesiones medulares como consecuencia de zambullidas. Seis de cada 100 personas ingresadas en ese centro están allí por una zambullida imprudente. Desde el año 2000 más de medio centenar de personas han sido atendidas en el Hospital de Toledo a consecuencia de los graves traumatismos sufridos al saltar de cabeza, con afectación de la médula espinal, la que transmite las órdenes del cerebro a nuestro cuerpo para que pueda moverse.

Apenas había comenzado el mes de agosto del año pasado y el Hospital de Parapléjicos informaba de tres ingresos como consecuencia de una tetraplejia producida por una mala zambullida. Los desafortunados bañistas eran varones de entre 18 y 40 años de edad, procedentes de distintas zonas de España, que presentan una lesión medular en la zona del cuello.

Los chicos, más imprudentes

El perfil general de los afectados por este tipo de lesión medular es el de un joven varón de edad inferior a treinta años con un traumatismo a nivel de las vértebras del cuello (cervicales), lo que significa una tetraplejia que, si es completa, impide la movilidad en extremidades superiores e inferiores, entre otras nefastas consecuencias.

Este tipo de lesión medular tiene un enorme coste social y familiar, por lo que los profesionales del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo lanzó el pasado verano su campaña anual con el “Ten prudencia, no vayas de cabeza” que, junto a otros consejos, completan un cartel que se distribuyó por las piscinas públicas y privadas y de cualquier zona de baño de España.

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