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Blogs La viga en el ojo por Fredy Massad

El respeto a los mayores

Sobre el XXXI Concurso de Soluciones Constructivas Pladur

El respeto a los mayores
Fredy Massad el

Factores como la mayor longevidad y los cambios en los estilos de vida ya venían apuntando a una necesidad de repensar la arquitectura y la ciudad para acomodarlas a los más mayores. Esta necesidad se ha evidenciado aún más urgente a raíz de la pandemia.  La pandemia ha dejado al desnudo muchas de las falencias de nuestra sociedad, que se encuentra en una constante escapada hacia adelante en nombre del progreso. La arquitectura también ha quedado al desnudo en su desconexión con la sociedad a la que dice servir. Ante la COVID-19, la arquitectura ha revelado su intrascendencia e impotencia para cumplir con sus cometidos más básicos. Durante generaciones, los estudiantes se han educado en el triunfalismo del “todo es posible”, que ha olvidado identificar y atender las verdaderas realidades sociales.

La pandemia se ensañó especialmente con los ancianos.  Las condiciones de vida de las residencias y el descuido de la vejez en nuestra sociedad debe ser corregido inmediatamente, por eso es oportuna y acertada la elección del lema «Pensar para ellos, crear para ellos» escogido para el XXXI Concurso de Soluciones Constructivas Pladur, cuyos premios fueron entregados el pasado 18 de junio,  y que proponía a jóvenes estudiantes de universidades y escuelas de arquitectura de España y Portugal reflexionar sobre la presencia de las personas de edad avanzada dentro de nuestra sociedad a través de la creación de proyectos de vivienda para ancianos.  La propuesta, lanzada también con el objetivo de fortalecer la solidaridad intergeneracional, invitaba a concebir proyectos que cuestionaran y desafiaran los modelos actualmente vigentes con el objetivo de incrementar la calidad de vida para la tercera edad,  cuidar de su salud y bienestar y fomentar un envejecimiento activo: arquitectura que garantice «entornos accesibles, agradables, tecnológicos, seguros, y sostenibles».

El arquitecto Marc Trepat, miembro del jurado de esta edición y responsable del estudio B\TA Arquitectura, observa cómo las residencias de mayores «se han conceptualizado como si fuesen hoteles  o incluso hospitales». Trepat, que plantea, desde su propia práctica proyectos con los que trata de redefinir ese concepto desde una perspectiva que sintetiza bajo el término «Atención Centrada en la Persona» y que pone el foco en la psicología del individuo para ofrecer entornos no sólo funcionales y estéticos, sino que actúen como espacios donde combatir «el aburrimiento, el sentido de la inutilidad y la soledad», ha valorado el nivel general de los proyectos participantes en este concurso, destacando cómo han sabido ir «más allá de lo que entendemos por arquitectura artística, pero sin olvidarla».

El acierto del enfoque ha tenido esta edición del premio ha sido poner en contacto a dos extremos de la sociedad: los jóvenes y los mayores, y que sean aquí los jóvenes los que piensen en los mayores.

El primer premio ha sido para Volver al pueblo, proyecto presentado por Pedro Pinto, alumno de la Universidade Lusófona de Lisboa, que se sustenta en las ideas de «sostenibilidad, conexión y vivencias».  Su propuesta se basa en torno a la idea de aldea, lo que le permite equilibrar lo rural con lo urbano y los espacios colectivos al aire libre con los interiores, de carácter más íntimo.

Village People, realizado por Jose Antonio Caja, María Almagro y Joaquín López-Torres de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante, ha sido destacado por el valor de su solución constructiva. Como el planteado por Pinto, se articula un escenario de reposo que evoca la sencillez del ambiente rural y estimula la interacción entre habitantes y paisaje y en donde cada residente dispone de una unidad habitacional exenta, que le garantiza comodidad y privacidad.

El tercer premio ha sido para Faixas da Flora, de José María Quesada, Alba Pérez y Julie Catinaud de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Granada.  El proyecto busca generar un sentido de hogar para sus residentes a través de las zonas de cultivo que lo rodean, cuyo cuidado propone una motivación diaria para los residentes.  La sostenibilidad, que es una característica destacada en estos tres proyectos, se concreta aquí es una firme apuesta por el acondicionamiento pasivo.

Con más de tres décadas de historia, y tras la edición virtual de 2020, el Premio de Soluciones Constructivas Pladur ha vuelto a celebrarse de manera presencial este año. La asistencia de estudiantes procedentes de toda la Península, junto con sus docentes, pone de manifiesto las posibilidades de una colaboración fructífera de la empresa con la universidad para repercutir positivamente en la sociedad. Mérito particular de este premio es alentar la comunicación e interacción de alumnos de las diferentes escuelas de arquitectura de España y Portugal, promoviendo diálogos sobre un tema que, en concreto este año, es de gran urgencia afrontar.

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