Lo lleva pidiendo un año y puede obtenerlo antes de que comience el Mundial en Qatar, en el mes de abril. Jorge Lorenzo ganó su segunda corona de MotoGP gracias a su templaza para saber sumar puntos mientras las Honda de Pedrosa y de Stoner le superaban por potencia y velocidad punta. Jorge conquistó seis grandes premios y Dani, subcampeón, obtuvo siete victorias. El secreto del equipo de Pedrosa y de Casey era el cambio de marchas “seamless” que poseen las máquinas del equipo HRC (Honda Racing Corporation). Es un sistema costoso que permite enlazarlas con una rapidez envidiable, como la seda. Casi no se nota que se realiza un cambio de ritmo.
Los ingenieros de la Yamaha de Lorenzo calculan que, por culpa de esa moderna transmisión de sus enemigos, perdían en cada recta tres décimas de segundo respecto a ellos. Con esa desventaja, el mallorquín se adjudicó su segundo título al más alto nivel. Ahora, él espera recibir ese sistema en su montura. La aceleración se produce antes y de forma muy ágil, suave. Es probable que Yamaha pruebe el “seamless” en esta pretemporada, con el fin de introducirlo en la moto antes del estreno del campeonato. Jorge deberá aprobarlo, si le gusta. Corre contra el reloj. Quedan tres meses. Pero es un factor clave para plantar cara a Honda.
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