San Sebastián y las pelis de risa

Salvo la película de Wenders y la francesa sobre Marguerite Duras, el resto de las películas me han hecho más o menos gracia, incluso con algunas me he reído de un modo inapropiado para un festival, que suelen poner multas al que le pillan riendo. Con “El autor” lo he pasado francamente bien  Y con la jueza belga de “Ni juge, ni soumise” aún estoy frotándome los ojos. Aquellos de “Intocable”, Nakache y Toledano, han traído “Le sens de la fête”, y sintiéndolo mucho he de confesar que, sea o no una tontería, yo no he parado de carcajearme.

Y hay que poner en el saco de las favoritas a “Handia”, la película vasca del gigante, porque está llena de buen cine, sensibilidad e intención.

Pero, hasta el momento, la auténtica provocación del festival es su voluntad de hacer reír al personal. Cuidado con eso.