Mi admiración por Clooney no cabe ya en cualquier sitio, y ahora, con “Monuments men”, pues se ha desbordado un poquito. No tanto porque la película me entusiasme, sino porque va, el tío, y descoloca por completo a la “progresía” que tan a gustito se suele sentir (como yo) en algunas de sus películas. Los descoloca porque les repasa la bandera patriótica por la nariz y porque subraya la importancia del legado cristiano en el arte y la cultura europea, cosa que, además de obvia, es motivo de espanto para las últimas (de)generaciones de lo más leído, oído y escrito de nuestra culturilla, que van y creen que Santa Teresa es una marca de mantecados. Me he permitido, en mi comentario de Monuments Men en ABC, el uso del término “piperos” robándoselo a mi amigo Ignacio Ruiz Quintano, con el que fustiga la vulgaridad de los futboleros.
Pero mi película de este fin de semana es “Her”, de Spike Jonze, que le hace la autopsia a algunos sentimientos humanos y nos habla de un tipo de persona y de relación (amorosa, emocional) que producen vértigo. Enlazo con la crítica de “Her”.
Otro de los estrenos de este fin de semana es el de “La mujer del chatarrero”, de Danis Tanovic, que está justo en los antípodas y tan pegada a una realidad sucia que también produce vértigo.
Y enlazo, de paso, con otro de los estrenos, “Al nacer el día”.
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