Cameron, en una isla

Miro la cartelera y alucino. Hay tantas películas que no he visto que estoy a punto de ir a denunciarme a las Fuerzas de Vigilancia del Crítico. Yo creo que me estoy curando: no es sólo por falta de tiempo, es más por falta de ganas. De los últimos estrenos (visto Bergman, claro), la única que me apetece ir a ver es esa en la que sale Cameron Díaz, que no sé ni cómo se titula. No diría yo que Cameron Diaz es una grandísima actriz, pero sí afirmo que alegra el plano. Siempre está alegre y pícara. Cómo he visto el cariz que toma a veces este blog, supongo que mis calificativos sobre Cameron Díaz serán completamente infantiles y hasta bobos comparados con los que caerán de aquí a un rato. Quiero confesar ya que yo también pienso lo mismo.

Voy a mirar cómo se titula esa película, porque no me parece serio el irme sin decirlo: ‘En sus zapatos’. Bueno…, es sugerente, aunque a todos se nos ocurren más lugares de ella para poner detrás de ‘En su….’.