Berlín ¡ale!

   Imagen de 300 que pondrá   nervioso a Cuéllar

Este jueves empieza el Festival de Berlín y yo me desplazo hasta allí para cubrirlo (informativamente hablando). Siempre que llega un Festival y a mí me toca hacer crónicas de las películas, me transmuto y mi sentido del humor chisporrotea y me lleva a escribir cosas como el entre paréntesis que acabáis de leer. Lo digo porque en los últimos festivales se me ha echado en cara el modo en que los cubro (chiste fácil que ya no hago). Supongo que por aquí, como por allá, hay gente de todo tipo, gente pa’ tó, que a lo mejor pretende que yo vea, sienta y escriba de alguna manera concreta y preconcebida por él o ella o ellos. No ocurrirá así. Mis crónicas serán, espero, como eran, y la frivolidad salpicará mi día a día de Berlinale. Intentaré llevar un cronicario en el blog y compaginar las películas que quiero ver con las que TENGO que ver y con las crónicas que haya de escribir.

Prometo divertirme con las películas que me diviertan, emocionarme con las que me emocionen, aburrirme con las que me aburran y enfadarme con las que me enfaden.

Si alguien quiere más (supuesta) seriedad, más (supuesto) rigor y más (indudable) chapapote pseudocinematográfico tendrá otros foros que los del ABC y los de este blog. Si de verdad lo pretende, incluso estoy dispuesto a facilitarles nombres y medios.

Y si alguien quiere quedarse por aquí, pues que lo haga de buen grado y que luego no se ponga borde conmigo porque hago lo que ya aviso que voy a hacer.

Ea.