Entro en zona ‘wifi’ y aprovecho para sacar un tema que sé que os pone: todos somos seguidores de ‘El Nota’, y por eso hemos de celebrar esta semana que hayan sacado los de la competencia el deuvedé de ‘El gran Lebowsky’ con menos detalles que el salpicadero de un panda. Pero, de todos modos, ahí está ‘El Nota’, uno de los tipos más sensatos, coherentes y, a su modo, elegantes de los últimos veinte o treinta años de cine.
Evitaré, además, nombrar siquiera a los autores de la película para evitar suspicacias y otras haches intercaladas. Gran película, gran personaje, gran Lebowsky, apellido que la reciente historia se ha empeñado en relacionar con felonías y felaciones, pero que desde aquí insistimos que Lebowsky no hay más que uno (y no una).
De esa película sólo lamento la muerte injusta del tercer compañero de bolos, ese ser silencioso y ausente que interpreta Steve Buscemi, uno de los actores con más cara de tarado que vio nunca una pantalla. El gordo Goodman sabe como nadie meterse en la piel de ese americano medio, razonable, centrado y que se conoce a sí mismo y a la historia de su país como un vasquito de ikastola…
Por lo demás, y estaréis conmigo, que la meada en la alfombra junto con la cagada en el coche de ‘Ragtime’, vienen a certificar que con enganches nimios se pueden hacer grandes películas.
….SALGO DE LA ZONA ‘WIFI’…
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