Ni hay estrenos ni se les espera. Con la salvedad, si se quiere, de una pelÃcula iranà titulada ‘La isla de hierro’, lo que acaba de entrar en la cartelera tiene tanta importancia para la Historia del Cine como aquel guión que hice yo en la Facultad para que lo rodara Miguel Ãlvarez Ferreiro y del que ni tengo noticia ni recuerdo. Los tÃtulos lo dicen todo: ‘Los Calientabanquillos’, ‘Desde que amanece apetece’,’Cariño, estoy hecho un perro’, ‘A todo gas: Tokio Race’, ‘La sombra de la sospecha’… y esa llamada ‘Domino’, de Tony Scott, y con la multimentada Kaira ‘Naichgly’; otra española titulada ‘Zulo’, que es un corto alargado, y un documental sobre un pueblo, ‘Aguaviva’.
Esto es lo que hay, y lo que se espera es ‘Poseidón’, que está más vista que la foto en bikini de todos los años de Anita Obregón.
Y nos detenemos en un detalle: el cine español se mueve entre estos dos parámetros, una pelÃcula como ‘Desde que amanece apetece’, despreciada por la crÃtica por unos motivos muy concretos, y ‘Zulo’, apreciadÃsima por la crÃtica sin ningún motivo. Definitivamente, en España hay mal cine, malos crÃticos y mal público. O sea, todos tenemos lo que nos merecemos.