Venecia esta abierto de par en par. Llega ‘La Dalia negra’ y es una pelicula de Brian De Palma, una de esas que no dejan entrever digamos su ropa interior, que en este caso seria la ropa de marca de James Ellroy.
Este primer pàrrafo tan engorrosamente escrito està viciado por mi propension a dejarme influir por lo que veo.
La Dalia Negra se ha diluido un tanto en las manos del director, y ya no es tan tan negra como la vomito Ellroy. Aunque no es esa la peor noticia desde que llegamos al Lido, es otra que tiene mucho mucho que ver, o sea, como aquel que dice una metafora: el Artillieri lo han cambiado de sitio, y claro ya no es lo mismo. Un sitio mas còmodo, mas grande y justo al lado de donde estaba, pero… Los spagetti a le vongole siguen siendo lo que eran, pero…
La que sigue siendo lo que era es la joven de la perla, una Johannson que sabe en cual lado del plano de una pelicula negra se muere menos. Y ella, aunque no es la asesina, sigue matando con la misma contundencia habitual.
Lo mejor del comienzo de los festivales es siempre el reencuentro con los amigos, todos esos que te proporcionaran tambien el mejor momento en la clausura, cuando los pierdes de vista durante una temporadita. La buena amistad tiene eso, que brilla tambien por su ausencia.
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