Oti Marchante el 13 nov, 2006 Los Rossellini Probablemente esto deberÃa de haber salido antes, para que aquellos que no han visto ‘Te querré siempre’ se sintieran empujados a hacerlo ayer por la noche. Bueno, después es sólo un poco más tarde que antes. No es posible (ni siquiera aconsejable) hablar de esta pelÃcula de Rossellini y ser al tiempo ingenioso o cÃnico, pues lo que se cuenta en ella es algo absolutamente compartido por todo el mundo: es algo pequeño, personal, único…, pero que nace, crece y se desarrolla en el interior, o más dentro, de todo ser humano. Los miedos a ‘nada’, al tiempo que se va, a la pareja que se agosta, al amor que pierde pulso, al aburrimiento, a la aventura, etc. etc… Todo tan pegado al tópico como al alma. Es asÃ, y querer descubrirlo en un comentario es casi una ordinariez. ‘Te querré siempre’ se te va liando al cuerpo sin que lo notes, hasta que se te confunde literalmente con él, y Rossellini lo lleva a un desenlace fácil de entender y absurdo de escribir, en ese lazo casi paternal, genético, como de una especie que lleva milenios extinguiéndose: claro que los siglos pesan más que los años, pero también está claro que un segundo de lucidez emocional, de sentimiento inarrancable, pesa más que los siglos. Esa pareja no lo cuenta, pero lo vive. Sabemos una cosa de Rossellini y de esta pelÃcula: que será moderna siempre. Algo que parece fácil, pero que no lo es en absoluto. Lo fácil es ser moderno hoy. Otros temas Comentarios Oti Marchante el 13 nov, 2006