Hay tanta profundidad inapreciable en “Dos cabalgan juntos”, que es una de las películas más representativas del espíritu Ford (aparentar trivialidad con la poesía y lo denso), y desde luego trata de un modo minucioso todos, o casi, sus dilemas y obsesiones argumentales, desde la guerra o la postguerra, al racismo, las raíces, el valor de la palabra y de los actos, el viaje, los principios y los fines. El paisaje de un mundo a punto de cambiar, tan lleno de hipocresía como de futuro incierto…, esta película no es un Ford cualquiera, y pensemos dos cosas sobre ella que lo prueban: está hecha cinco años después que “Centauros” y ha servido para que después todos los tontos del mundo titulemos alguna vez cualquier crónica o artículo: fulanito y menganito, dos cabalgan juntos. De Bush y Aznar, a Zapatero y Otegui..
Dos cabalgan juntos, ¿hay, acaso, algo más directo, profundo, evocador y hasta romántico?.. Y si se quisiera entrar en el abismo de los dos personajes, James Stewart y Richard Widmark, no tiene uno más que mirar detrás de ellos…
A ver, ¿parejas tontas para titular dos cabalgan juntos y sentirnos muy listos por ello?
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