El muerto le ha caÃdo a Paul Auster: haga lo que haga ya quedará entre mal y muy mal. Si premia la pelÃcula de Wayne Wang, chungo; si no la premia, muy chungo. Me explico:
‘Mil años de oración’, que ayer entró a concurso, es una pelÃcula imprescindible, que llega hasta donde va y va muy lejos. Un personaje, un anciano recién enviudado, por más señas chino, viaja a los Estados Unidos, donde vive su única hija. Eso es todo: el encuentro y los resortes que saltan entre ellos. Tal vez alguien piense que esa pelÃcula ya la ha visto, y no le falte razón, pero ‘Mil años de oración’ se da a sà misma una vuelta para ser, además de eso, el choque no violento, varias cosas más, todas útiles, entretenidas, ajustadas e interesantes. PelÃcula muy buena, que estará o no en el palmarés y ambas cosas serán insatisfactorias.
Constato también que se proyectó la peli uruguaya ‘Matar a todos’, de Esteban Schroeder, pero no creo necesario entrar en más detalles.
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