Me cuesta entrar al blog casi tanto como a vosotros, quizá por eso aún no había traído a él la noticia del éxito de Albert Serra en el Festival de Locarno. Pero, precisamente yo, que paso por ser (¡?) uno de sus más ácidos críticos, creo que tengo el deber de felicitarlo por el premio. No he visto, aún, esta última entrega de su obra, “Historia de mi muerte”, pero lo haré en cuanto tenga ocasión, y aunque sospecho que no encontraré todas las virtudes que han encontrado de ella en Locarno, sí espero encontrar alguna. Hasta ahora, mi encuentro con las anteriores películas de Serra me ha resultado poco fructífero, pero quisiera atajar la idea que de mi visión de sus películas queda mayoritariamente anclada en la red; casi todo lo que se puede encontrar (fácil) se resume a una frase que decía, más o menos, que su cine era una pila de excrementos. Y no es que, en realidad, piense otra cosa, pero tengo que aclarar que tengo escritas muchas más “reflexiones” sobre “Honor de Caballería” y sobre “El canto de los pájaros”. No mejores, tal vez, pero algo más desarrolladas. Y para demostrarlo dejo un par de enlaces sobre algunos de mis comentarios al respecto. “Honor de Caballería” y “El canto dels ocells”. En fin, que reconozco que el cine de Albert Serra no me provoca el menor sentimiento positivo, y que estaré encantado de cambiar mi opinión sobre él cuando vea esta nueva película, aunque sospecho que no la ha hecho precisamente para que yo disfrute con ella.
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