Pablo M. Díez el 14 mar, 2008 Su hermético país se muere de hambre mientras su padre aterroriza al mundo detonando bombas atómicas y lanzando misiles sobre sus vecinos, pero él prefiere la dolce vita lejos de casa. Tras hacerse famoso en 2001, cuando fue detenido al intentar entrar en Japón con un pasaporte falso para visitar el parque de atracciones Disneyworld de Tokio, Kim Jong-nam, el hijo mayor del dictador norcoreano Kim Jong-il, vuelve a las andadas. El díscolo vástago del Querido Líder como denomina la propaganda oficial a su progenitor lleva varios años viviendo a todo tren en Macao, donde se le puede ver comiendo y bebiendo en restaurantes de lujo y apostando en los numerosos casinos que pueblan la ciudad. Tal y como puso al descubierto el año pasado el periódico South China Morning Post, Kim Jong-nam se aloja en hoteles de cinco estrellas mientras otros familiares suyos viven en una villa en la isla de Coloane, pero no parece que la saudade que desprende la antigua colonia portuguesa haya entristecido su ánimo ni despertado la nostalgia por regresar al hogar. De hecho, el joven, de 36 años, sale con frecuencia de Macao y, utilizando un pasaporte de la República Dominicana, se desplaza a lugares cercanos como Hong Kong, donde entrada ha sido vetada en alguna que otra ocasión por las autoridades de Inmigración quizás como respuesta al ensayo atómico que su padre efectuó en octubre de 2006. Donde Kim Jong-nam tiene menos problemas para entrar es en China, ya que viaja con frecuencia a Pekín, entre otras cosas, para hacerse reconocimientos médicos. Ya se sabe, la salud hay que cuidarla no vaya a ser que tan buena vida, aunque lejos de casa, acabe sentándole mal a uno, sobre todo ahora que parece haber sido descartado para suceder a su padre. Nacido en Pyongyang el 10 de mayo de 1971 de la unión entre Kim Jong-il y la actriz Sung Hae-rim, este primogénito estaba llamado a ocupar el poder en Corea del Norte, un régimen estalinista convertido en la primera dinastía comunista hereditaria. Así lo indicaban la selecta educación recibida por Kim Jong-nam en Suiza y Moscú, su alto cargo en el Ministerio de Seguridad Pública y los viajes oficiales con su padre a China, pero su humillante detención en Tokio y dos posteriores atentados fallidos contra su vida lo han apartado de la carrera por el trono norcoreano. Pero no de la dolce vita a costa de su sufrido pueblo. Foto de Kim Jong-nam durante su arresto en 2001 por intentar entrar en Japón con un pasaporte falso para visitar el parque Disneyworld de Tokio: REUTERS Otros temas Tags casinoscomunismocoreadinastiadolce vitahambrehereditariakim jong ilkim jong namlujonortepobrezaregimen estalinista Comentarios Pablo M. Díez el 14 mar, 2008
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