Arsene Wenger, entrenador del Arsenal, ha puesto el tiro en la diana. El compatriota de Zidane ha dicho que si los hijos del técnico del Real Madrid son considerados fichajes irregulares es que la FIFA ha perdido el norte. Aboga por un cambio del reglamento de menores, porque no cumple con el objetivo de perseguir a los explotadores de los chicos menores que juegan en el extranjero, que no están precisamente en el Real Madrid y el Atlético. Los explotadores son esos pseudorepresentantes que traen a chicos de Sudamérica y África en masa para colocarlos en clubes de medio pelo, no en los grandes, cuya selección es precisamente muy exigente.
Esta legislación de la FIFA perjudica a muchos niños, como se comprueba en los casos de los hijos del entrenador del Real Madrid. Les hace daño porque considera fichajes irregulares a chicos que viven en otro país hace mucho tiempo y que deben tener a papá y mamá con trabajo y buena remuneración para poder ser federados en otro país. Si no entra dinero en casa, no pueden jugar. Requisitos elitistas y discriminatorios que no se piden a los niños españoles, que también pueden ser explotados por sus padres, quienes no tienen la obligación de trabajar los dos para que sus hijos jueguen federados. El reglamento de la FIFA quiere perseguir que no haya padres que viajen a vivir a otra nación porque han llevado al niño a las categorías inferiores de un club. Pero los casos de Zidane demuestran que el reglamento está mal hecho. Los hijos de Zizou no pueden ser considerados explotados por su padre y su madre.
El reglamento FIFA está mal concebido, es xenófobo y antidemocrático porque pide que los niños extranjeros que jueguen en otro país tengan a sus padres con nómina y cuentas bancarias que demuestren un nivel de sustento familiar aceptable. Vamos, que piden padres perfectos en una sociedad ideal, con trabajo para todos, cosa que no es real.
La familia Zidane posee un nivel económico que más quisiéramos todos los españoles, pero para la FIFA no cumple los requisitos, aunque Zinedine, Veronique y sus cuatro hijos tengan residencia en España y en Madrid desde 2001, cuando Florentino Pérez le fichó como futbolista. La que falla es la FIFA. Y lo que hace es perjudicar el futuro de los hijos de Zidane, que no son explotados, todo lo contrario. Son privilegiados.
La FIFA le pide al Real Madrid que arregle en noventa días la situación de los niños de Zizou. ¿Y qué puede hacer el Real Madrid y la familia? ¿Echarles de las categorías inferiores del Real Madrid? ¿Flagelarles? Su padre es entrenador del Real Madrid, tiene ingresos millonarios y sus lebreles juegan en cuatro equipos de la cantera. ¿Señores de la FIFA, que debe hacer Zidane con sus hijos? Que lo digan ellos, para que sigan haciendo el ridículo. La FIFA ha perdido el sentido. Y lo malo es que, en su huida hacia adelante, no se retractará de su sanción al club, para no reconocer que su reglamentación es una locura.
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