Pintus debe solucionar el problema. Para eso se le ha ficho. Ha sido el mejor preparador físico de la larga historia del Real Madrid. Zidane le echó por cuestiones personales. En cuando el francés se ha ido, Pintus ha vuelto. Su objetivo es volver a tener un Real Madrid en buen estado.
La foto de Antonio Pintus junto al Rey emérito en Cardiff, tras vencer a la Juventus de Allegri por 4-1 en la final de la Champions, ha pasado a la historia como una leyenda inolvidable. Don Juan Carlos dialogaba con el preparador italiano en el vestuario madridista. Era un reconocimiento al trabajo de un hombre que puso en forma a la plantilla blanca hasta hacerla campeona de Europa y de la Liga española en un doblete que ha quedado grabado en la retina del madridismo como el momento culminante de una era triunfal definida por cuatro Champions en cinco años. La meta de Pintus es provocar otra foto Real después de ganar una nueva Champions.
Imborrable el recuerdo de Modric en enero de 2017. El croata habló con Pintus y le dijo que necesitaba que le pusiera en plena forma para atacar el final de temporada al máximo rendimiento. Lo consiguió. El Real Madrid se adjudicó la Liga y la Champions. Todos rememoran aquella incursión de Modric por la banda derecha, hasta el límite, para sacar un centro imposible que Cristiano remató ante Buffon. Era la rúbrica de «la Decimosegunda».
«Es el mejor preparador físico del mundo», señala el club, ilusionado por recuperar a un hombre que se tuvo que marchar hace dos años porque Zidane no quería contar con él; el francés trajo a Gregory Dupont
Zidane descartó a Pintus en 2019, cuando regresó al mando. No quiso contar con él porque no se marchó un año antes cuando el francés y todo su cuerpo técnico dejaron el Real Madrid. El turinés tenía contrato y permaneció en la entidad.
Dos años después, Zinedine se ha ido de nuevo y el Real Madrid ha fichado a Pintus para volver a conseguir aquella forma física en su plantel. «Es el mejor», insisten en la casa blanca, con un mensaje que deja entrever que nunca debió marcharse.
El «mago» de la preparación se fue y ha hecho campeón de la Serie A al Inter junto a su tocayo Conte. Los interistas llevaban una década soportando a la Juventus y sin ganar las Serie A. La han ganado gracias a Conte y a Pintus. Ahora, «el calvo», como le llamaban algunos futbolistas, vuelve para hacer lo mismo en la casa blanca.
Los jugadores del Real Madrid tocaban su calva en un gesto cariñoso hacia un hombre que les hacía sufrir mucho en el césped, pero al que agradecían luego la puesta a punto que sacaba de ellos. Regresa un entrenador físico muy duro, que hace sudar a sus pupilos. Respondía a las quejas de ellos con una sonrisa, con pocas palabras. Callado, tímido, sus hechos le avalarían después.
Sabe que su labor no es grata para el profesional, porque les pone al límite, pero sabe graduar la consecución de un buen estado físico sin llegar a la lesión. Luego, hay lesiones, claro, porque el ritmo de competición cada tres días las provoca sin remedio y el futbolista fuerza para alcanzar su mejor nivel, pero Pintus tiene una metodología para calibrar hasta donde puede llegar cada hombre.
Unos le llamaban «el calvo». Otros, los viejos del lugar, le denominaban «Míster Propper». Saca brillo a una plantilla. Esos apelativos volverán a escucharse en Valdebebas el 5 de julio, día del regreso del equipo a los entrenamientos. Y si al final de la temporada hay títulos, los futbolistas volverán a tocar su calva, porque da suerte.
Es año de Eurocopa y de Copa América, el peor para los clubes, que reciben en agosto a sus futbolistas cansados muscularmente del esfuerzo extraordinario realizado con sus selecciones. El descanso vacacional no es suficiente en año de competiciones de selecciones, porque el desgaste se acumula.
En esta tesitura, el gran reto de Antonio Pintus es poner en forma desde agosto a los trece profesionales del Real Madrid que están convocados por sus selecciones de Europa y América. Y tiene un objetivo marcado en rojo: recuperar a Hazard en su tercera temporada en el Real Madrid. La meta del italiano es rotunda: convertir a Eden Hazard en el nuevo fichaje del club, el que no ha sido realmente durante las dos campañas anteriores.
Con ese curriculum, el club le ha dado la jefatura general del club en la preparación física y le ha encomendado aplicar toda su metodología de trabajo en todos los equipos de la casa, desde los benjamines al primer equipo.
Ancelotti está encantado con la llegada de Pintus y le considera, igualmente, el mejor preparador físico del mundo. El Real Madrid pone los mimbres para conseguir la renovación pretendida.
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