Morata sabe esperar

El aficionado al fútbol se guía generalmente por el corazón y no tiene cabeza fría. El seguidor olvida muy pronto. No tiene el poso que los clubes albergan como experiencia. El éxito de Lucas y Morata suscita en el calentón mediático y tertuliano la petición de su titularidad inmediata.
Benzema ya vivió esta situación cuando Jesé empezó a explotar hace tres años, hasta su maldita lesión. Entonces, Ancelotti y el Real Madrid hablaron con el talento de la veteranía. Karim era el titular y Jesé entraría paulatinamente. Así fue. Ahora, la historia se repite. Y el mensaje es el mismo.
Benzema y Morata anotaron los dos goles blancos frente al Athletic. El francés evoluciona poco a poco hasta obtener su mejor forma después de estar un mes parado competitivamene para recuperarse de su dolencia de cadera. Es lo mismo que le sucede a Cristiano tras su grave lesión de rodilla. Y Morata, como Lucas, sabe esperar.
Los dos canteranos juegan habitualmente. No son titulares fijos, son titulares sin plaza. Y son protagonistas en casi todos los partidos.
Álvaro es inteligente y no se queja. Juega y marca goles cuando el rival ya está más cansado. Deben ustedes calibrar que los enemigos de los grandes soportan un desgaste enorme para frenar tanta calidad y al final acusan el esfuerzo físico. Salir en la media hora final en el Real Madrid tiene el problema de la tardía incorporación al juego y la virtud de encontrarse con un adversario tocado, al que hay que saber derrotar con las armas de la potencia, la velocidad y la sabiduría. Morata, con 24 años cumplidos en ese gol salvador al Athletic, tiene las tres cosas, incluida la sabiduría. Ganó la Champions 2014. triunfó en la Juentus, y ahora triunfa en este Real Madrid de Zidane sin tener sitio.
El madrileño fue titular en las cuatro primeras jornadas y en la final de la Supercopa de Europa. En eso cinco partidos solo anotó un tanto, ante el Celta (2-1). Ahora se ha asentado y lleva cuatro, tres de ellos como relevo en los últimos veinte minutos de los encuentros frenter al Sporting de Portugal, el Legia y el Athletic. Es de clase saber decidir cuando el contrario se encierra para sujetar un resultado. Fue fundamental en la victoria ante el Sporting luso, con un testarazo monumental a pase de James. Morata se ha ganado los minutos. Los partidos. Cada vez interviene más. Pero cada cosa en su lugar. Hay que eludir el debate Benzema o Morata. El madrileño puede relevar a Bale, a Karim o a Cristiano. Rinde de extremo por la izquierda y como delantero centro. Rompe por la banda con su zancada potente, da asistencias de oro y cabecea de platino. Es el primer delantero en la reserva. Sabe que jugará mucho. Paciencia. Ya juega.
A Lucas no hay ni que explicárselo. También juega, como extremo o como centrocampista. Serenidad, hay fútbol para los cinco. De sobra. Lo importante es que los dos canteranos funcionan cuando se les necesita.