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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Los jugadores creen en Benítez

Tomás González-Martín el

Veintiséis disparos ante el Sporting y ni un gol. Treinta y uno frente al Málaga y ni un tanto legal. El Real Madrid ha perdido cuatro puntos en esta Liga por acierto de dos porteros, Cuéllar y Kameni, y por el desacierto en los remates, pero no por fútbol. Lo malo de la mayor parte de la prensa actual es que solo se juzga el resultado. Las crónicas, especialmente las habladas, se cambian diametralmente según el resultado. El mayor recuerdo de esta verdad la vivió Miguel Muñoz en las semifinales de la Eurocopa 1984, cuando Maceda cabeceó un golazo para España que eliminó a la Alemania de Stielike en el último minuto de las semifinales. Las crónicas escritas hasta ese momento eran dubitativas, esperando el habitual golpe letal que sufría nuestra selección. Cuando Maceda consiguió el 2-1, ¡había que ver las crónicas mandadas en las segundas ediciones! Cualquier parecido con la inicial era mera coincidencia.

El sábado, si Cristiano acierta una o si Kameni no le para esas dos, los titulares serían que el Madrid es un sólido líder ante un Barcelona sin Messi. El Málaga y su guardameta camerunés frenaron a los blancos y las crónicas llegan a decir que el conjunto de Benítez jugó mal. Pues no es cierto. El Madrid jugó bien. Marcó un gol legal de Isco, a pase de Modric, víctima de un fuera de juego que no existió. El propio Isco pudo lograr otra diana que la televisión, con mil cámaras, no desvela. Y el dúo Cristiano-Benzema se estrelló ante el león africano colocado en la portería malaguista. No hay más debate. Lo más importante para el Real Madrid es que tiene una idea de juego. Y los futbolistas creen en Benítez y su enorme sabiduría táctica.

A fuerza de insistir en los ensayos, el entrenador se ha ganado a este plantel de figuras. Ha conseguido que la defensa sea más eficaz que nunca. Solo ha recibido un gol en siete encuentros, seis de Liga y uno de Champions, cuando el problema histórico de un club tan ofensivo era la retaguardia. Ha escalonado a Kroos, Modric e Isco para que haya un centrocampista de calidad en tres zonas distintas. Es un sistema que necesita consolidarse, pues el alemán no aparece tanto ahora en la construcción aunque corra como siempre, 11,5 kilómetros de promedio por partido. Ante el Málaga jugó más al ataque. Pocos lo vieron, porque solo estaban pensando en el resultado. Y el técnico ha tenido el valor de revolucionar la línea goleadora, que el año pasado sumó 100 tantos: ha colocado a Bale como media punta con libertad de movimientos y ha situado a Benzema como punta fijo. Es otra BBC.

Los jugadores admiten que el proyecto del madrileño es bueno. Hay una idea de fútbol bien pensada. El responsable del grupo varía tres y cuatro veces el sistema por encuentro, según lo exija el marcador, y sus pupilos lo asimilan bien. También ejecuta cambios y rotaciones con acierto. Casemiro, Kovacic, Jesé y Lucas Vázquez se sienten parte del engranaje. Varane y Pepe son titulares que se relevan.

Benítez ha convencido a sus hombres desde que les explicó a cada uno, en el primer partido, a quien se enfrentaban, contra quien se medirían individualmente en el campo y las virtudes y defectos del jugador enemigo. Su sabiduría produce admiración. Sabe todos los detalles que pueden decidir una jugada y una victoria. Es un jefe respetado.

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