Carvajal pidió perdón al entrenador y a sus compañeros por el penalti qué supuso el segundo gol inglés y todo el mundo sé sincero en el reconocimiento de los errores, una franqueza que dio paso a la piña del grupo para vencer al Barcelona y volver a ser líderes en la Liga.
Zidane hizo ayer labor psicológica con la plantilla en Valdebebas. Habló con los jugadores para levantar la moral y decirles que son los mismos que hace tres semanas eran líderes en la Liga. Ha observado dudas en algunos jugadores, alimentadas por las derrotas frente a la Real Sociedad, el Levante y el Manchester City. Una derrota, la de la Champions, labrada por el árbitro italiano Orsato, que no sancionó una jugada clave para la eliminatoria. Gabriel Jesús empujó a Ramos cuando cabeceó el gol del empate y esa acción fue decisiva en esta dura derrota por 1-2.
El canterano, Dani Carvajal estaba dolido. Cometió un penalti infantil que costó el segundo gol inglés. Su franqueza dio paso al reconocimiento de todos. Otros jugadores también fallaron de manera importante. Y ese mea culpa general alimentó la piña del grupo.
Ramos lanzó mensajes de apoyo a la afición para vencer en el partido del domingo frente al Barcelona y todos los líderes de la plantilla dijeron que hay que ganar el clásico como sea. Los veteranos clamaron para que todo el grupo tenga la misma confianza en su calidad que han demostrado hasta hace 20 días. Somos los mismos, dijo un líder de la plantilla.
Precisamente fue ese mea culpa lanzado por Carvajal el que ha inyectado mayor unidad al Real Madrid. La humildad del canterano ha sido un ejemplo para todos. Un acicate para creer en ellos mismos y volver a ganar. Hay que volver a ser líderes el domingo, fue el mensaje de la plantilla. Superar al Barcelona colocaría a los blancos con un punto por encima, que en realidad serían dos porque tendrían a favor la diferencia de goles particular. Ese es el reto del Real Madrid para cambiar esta racha negativa y regresar a los triunfos.
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